El Celta expone su orgullo

Aparcada la Copa de la UEFA hasta el mes de marzo despu¨¦s de su exhibici¨®n ante dos equipos brit¨¢nicos, el Aston Villa y el Liverpool, el Celta ha dicho aqu¨ª estoy yo en la Liga. Tuvo de todo el partido con el Espanyol: una lecci¨®n de lo que hasta el menos entendido interpreta como buen f¨²tbol en el primer tiempo y una demostraci¨®n de orgullo en el segundo, que jug¨® con un hombre menos por una discutible expulsi¨®n de Michel Salgado.Y cuando los de Brindisi descubrieron lo dif¨ªcil que es hacerle un gol a este equipo volvi¨® el juego avasallador de los de Vigo. Nadie puede dudar de un Celta que har¨¢ historia en Vigo, es una amenaza para los grandes de Europa y pretende revolucionar el campeonato de Liga. Durante media hora vivi¨® el Espanyol en el infierno y el Celta en la gloria. Fueron 30 minutos en los que pudo quedar el encuentro sentenciado y la moral de los de Brindisi despedazada; tal vez, los mejores momentos de f¨²tbol que ha vivido Bala¨ªdos esta temporada, con el bal¨®n siempre a salvo para los de Vigo y el peligro acechando constantemente al guardameta Toni.

Un buen banquillo

Fue un d¨ªa para constatar que puede el Celta tirar de banquillo: parec¨ªa Makelele insustituible y Bruno Caires aburri¨® al rumano Galca; Karpin era fundamental y Michel Salgado y S¨¢nchez explotaron la banda derecha. El bal¨®n iba y ven¨ªa, sometiendo al conjunto catal¨¢n a una desesperante persecuci¨®n de la pelota.El protagonismo de Michel Salgado en el primer tiempo fue absoluto. A los cinco minutos ya hab¨ªa sacado dos centros imposibles desde la l¨ªnea de fondo, el ¨²ltimo de ellos rematado por Penev aplicando el manual: con un salto eterno y un latigazo de cuello. Diez minutos despu¨¦s, presion¨® el lateral c¨¦ltico a Arteaga y provoc¨® la falta de entendimiento con Toni. Un cuarto de hora y 2-0 para el Celta.

Pero las cosas se le torcieron al internacional vigu¨¦s al filo del descanso del encuentro. Fue en una jugada en la que Michel Salgado pec¨® de ingenuo y Esquinas Torres de riguroso. El jugador c¨¦ltico se revolvi¨® tras una falta de Pochetino y el ¨¢rbitro madrile?o fue implacable con ¨¦l.

La expulsi¨®n del lateral del Celta tuvo un efecto inmediato sobre el partido, que iba para mayor gloria del grupo de V¨ªctor Fern¨¢ndez y se transform¨® durante un largo rato en un calvario. En esos instantes se puso a prueba la capacidad de sufrimiento del equipo vigu¨¦s. Por primera vez el Espanyol crey¨® que era posible salir con vida del estadio de Bala¨ªdos y oblig¨® a los de casa a replegarse. Por momentos, porque el partido se consumi¨® entre los ol¨¦s de un p¨²blico que ya est¨¢ convencido de que este Celta est¨¢ capacitado para todo.