Visi¨®n de un mundo rec¨®ndito
JOSU BILBAO FULLAONDO El reci¨¦n estrenado centro interdisciplinar Bilbao Arte, dependiente del Ayuntamiento de la villa, ha inaugurado su sala de exposiciones con las intrigantes fotograf¨ªas de Bego?a Zubero (Bilbao, 1962). Detr¨¢s de la iniciativa est¨¢ Javier Ria?o quien, como coordinador de la entidad, no es ajeno al inter¨¦s creciente que suscita esta expresi¨®n art¨ªstica. Debe agradecerse que la fotograf¨ªa haya podido ocupar el puesto de salida de esta nueva empresa. Su sinton¨ªa con otras iniciativas similares en el resto de Europa abre una puerta de esperanza al desarrollo de un estilo m¨¢s generoso en las actividades culturales y es un buen augurio para todas las disciplinas que se puedan desarrollar en este nuevo laboratorio art¨ªstico. Bego?a Zubero es una mujer alegre, fluida de pensamiento y convencida de lo que dice o hace. Estudi¨® imagen y sonido en la Universidad Complutense. Desencantada por los l¨ªmites de la oferta docente, decidi¨® acudir al estudio de Isabel Matoses en Madrid. Fue con ella con la que dio los primeros pasos serios en fotograf¨ªa. Luego vino la prestigiosa School of Visual Arts en New York. El rodaje de los conocimientos adquiridos la hizo colaborar con agencias de prensa, trabajar temas de arquitectura, de sociedad o entrar en el mundo de la publicidad haciendo bodegones o temas sobre productos cosm¨¦ticos. Luego llegaron muchas muestras colectivas e individuales. Algunos museos incorporaron obras suyas en sus colecciones. En la actualidad, desde su estudio en la ciudad del Nervi¨®n, trabaja sobre cat¨¢logos de arte, reproducciones de cuadros, calendarios y todo aquello que le permita seguir ahondando en su manera de hacer. Adem¨¢s, ¨²nica mujer del equipo elegido por Javier Gonz¨¢lez de Durana, director de la sala Recalde, para llevar acabo el proyecto fotogr¨¢fico 7 por siete por VII en conmemoraci¨®n del 700 aniversario de la fundaci¨®n de Bilbao, prepara con detalle sus tomas, que sabe van a ser auscultadas con minuciosidad por observadores internacionales. La muestra de los trabajos que ense?a estos d¨ªas, en local donde estuvieron las viejas escuelas de Urazurrutia producen, en su primer impacto visual, un cierto estupor cargado de interrogantes. Son im¨¢genes a las que no se llega todos los d¨ªa. Sin embargo, es fotograf¨ªa estricta. Realizadas con un objetivo macro, nos adentran en formas y espacios luminosos de donde surgen caminos hacia la apariencia pl¨¢stica que no incluye figuraci¨®n Transmiten una sensaci¨®n de fuerza extra?a. Est¨¢n alejadas de toda ortodoxia narrativa. Sobre los objetos de referencia se ha llevado a cabo una introspecci¨®n que nos sit¨²a en un mundo visual rec¨®ndito. Formas de aspecto cambiante que ofrecen sensaci¨®n de fluido movimiento y nos llevan a un viaje l¨ªrico cuyos caminos acuosos a?aden una sutil sensualidad. En su conjunto, los resultados obtenidos manifiestan una imparable ansiedad investigadora sostenida en un recurso tecnol¨®gico como la c¨¢mara fotogr¨¢fica y las variadas focales de sus objetivos. Desde este entramado, Bego?a parece taladrar a los objetos. El rayo de su mirada parece atravesar la masa molecular y llegar por ese circulo a espacios de fantas¨ªa de nueva abstracci¨®n. Esta observaci¨®n se plasma en un formato medio que nace de una diapositiva polaroid y el proceso cibachrome. Es una manera r¨¢pida de llegar al resultado final, puede ser en blanco y negro o color. Pone de manifiesto vehemencia e impulsividad, un binomio donde pesan m¨¢s las formas que los tonos, un compendio de matices en el que se desvanece lo aparente y surge algo nuevo para deleite de la mirada. Quiz¨¢s en todo ello no podamos encontrar una respuesta clara a todas las cuestiones ic¨®nicas que se nos plantean, pero al menos tenemos garant¨ªa de llegar a compartir de manera sugerente, incluso con grandes dosis de suspense, el territorio ¨®ptico de unas experiencias originales.
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