Un Lorca intimista

Libro de Granada se le llama al Div¨¢n del Tamarit, del granadino Federico Garc¨ªa Lorca. Otro granadino, Carlos Cano, le ha puesto m¨²sica y lo lanza de nuevo al aire enhebrado en su hermosa voz. Es un canto sentido, en el que el cantor nos parece tremendamente implicado. Si la canci¨®n de Carlos Cano nunca es banal, aqu¨ª nos llega con un mensaje de compromiso insobornable con la voz del poeta muerto. Escuchamos versos que se encuentran entre los m¨¢s bellos que Garc¨ªa Lorca escribiera. La m¨²sica de Cano les da una dimensi¨®n sin ninguna arista espectacular, seguro que intencionadamente rehuida por el cantante, pero su capacidad de sugesti¨®n va increment¨¢ndose paulatinamente a medida que desentra?a cada nuevo tema de la obra.Canciones, cantos, de entra?able intimismo, confidencias con frecuencia dichas a media o en baja voz, como se dicen esas cosas que uno nunca puede gritar, porque el pudor nos impide desnudarnos demasiado.

Es cierto que la unidad tem¨¢tica del libro lorquiano puede transmitir sensaciones de reiteraci¨®n estil¨ªstica, es cierto -o a m¨ª me lo parece- que Cano ha querido mantenerse rigurosamente fiel a esa intenci¨®n del poeta y evitar cualquier ruptura est¨¦tica que en ning¨²n caso es propiciada por los textos. Ello ha a?adido dificultad a su trabajo, indudablemente, pero le ha permitido una creaci¨®n riqu¨ªsima en matices, sugerencias, intenciones. Carlos Cano, una vez m¨¢s, evidencia que es uno de los autores e int¨¦rpretes con m¨¢s talento de nuestra escena musical y, sobre todo, uno de los m¨¢s impermeables a la vulgaridad o el lugar com¨²n.

Una pregunta se me ocurre: ?por qu¨¦ ese traj¨ªn a que someten a los dos integrantes de los coros? Entradas, salidas, cambios de prendas... D¨¦jenlos quietos en su lugar, que ella especialmente canta muy bien y sin moverse tanto pueden hacer perfectamente su trabajo.