Hillary mira al futuro
Y ahora, ?qu¨¦? ?Seguir¨¢ siendo Hillary Clinton el blanco de todas las miradas? ?Podr¨¢ incluso emprender su propia carrera pol¨ªtica? Dos observadoras de excepci¨®n, la historiadora Doris Kearns Goodwin, autora de obras sobre los Kennedy y los Roosevelt, y Lisa Caputo, su antigua secretaria de prensa, comentan los principales rasgos de la personalidad de Hillary Clinton y sus posibles v¨ªas profesionales cuando deje la Casa Blanca.Doris Kearns Goodwin compara las experiencias vividas por Hillary Clinton en este ¨²ltimo a?o con las que pas¨® Eleanor Roosevelt cuando FDR muri¨®. "Ella era consciente de que su marido hab¨ªa estado con su antigua amante, Lucy Mercer, en el momento de fallecer. Y aunque fue doloroso, nunca le permiti¨® al mundo conocer el terrible da?o y la conmoci¨®n que padec¨ªa en su interior. M¨¢s tarde comentar¨ªa que en tales momentos una no siente sus propios sentimientos".
La historiadora explica este mecanismo psicol¨®gico de defensa: "Cuando est¨¢s atrapada en un fen¨®meno p¨²blico act¨²as casi como un aut¨®mata. Construyes una fachada para que todos la vean, una imagen exterior que te proteja, y vives de forma separada en el interior de la fachada. Me parece que Hillary Clinton, al igual que Eleanor Roosevelt, es casi dos personas a la vez, y se ha guardado el da?o o dolor, o la c¨®lera que pueda sentir como persona, para s¨ª misma. La otra persona es la fuerte, inquebrantable y en¨¦rgica Hillary que ha aparecido ante el p¨²blico".
Intimidad
Lisa Caputo, que conoce a Hillary Clinton desde hace a?os, asegura que ¨¦sta est¨¢ enviando dos mensajes muy claros a la opini¨®n p¨²blica. "En primer lugar, que a pesar del intenso escrutinio p¨²blico al que se enfrenta cada d¨ªa, cree que se trata de un asunto personal y privado. Hace mucho que decidi¨® guardarse para s¨ª misma sus sentimientos personales y mantener una zona de intimidad para s¨ª y su familia. Incluso los que la critican deben estar de acuerdo en que ha llevado estos momentos dif¨ªciles con dignidad y equilibrio. En segundo lugar, Hillary Clinton ha dejado claro que es una luchadora y que no va a rendirse, no s¨®lo en lo que respecta a su matrimonio, sino en los temas que para ella son importantes. Y esa resoluci¨®n se extender¨¢ m¨¢s all¨¢ de su estancia en la Casa Blanca".Sobre el futuro de Hillary cuando acabe el segundo mandato del presidente Clinton, Caputo est¨¢ convencida de que "continuar¨¢ su labor en nombre de las mujeres, los ni?os y las familias, no s¨®lo en el ¨¢mbito nacional, sino tambi¨¦n en el internacional" y se la imagina sin esfuerzo "involucrada con una fundaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro, o trabajando de modo informal con Naciones Unidas". La antigua secretaria de prensa se?ala que Hillary "ser¨¢ muy joven cuando deje la Casa Blanca" y tendr¨¢ que decidir qu¨¦ hacer a partir de ese momento. "Creo que lo consultar¨¢ con muchos de sus amigos y consejeros, as¨ª como con su marido, y sacar¨¢ ideas de todos ellos. Supongo que ambos se dedicar¨¢n a las conferencias, al menos durante un tiempo. En parte surgir¨ªa de la necesidad econ¨®mica de hacerlo. Y es probable que haga campa?a fren¨¦tica por el vicepresidente Al Gore. Tiene un talento especial para las campa?as, y me puedo imaginar que en alg¨²n momento acepte un nombramiento en una Administraci¨®n de Gore".
Pero antes de eso, Caputo cree que tendr¨¢ que pasar un tiempo, salir de Washington y poner distancias con todo lo que significa ser Primera Dama. "Para cualquiera que deje la Casa Blanca resulta importante pasar alg¨²n tiempo fuera, volver a poner los pies en la tierra, volver a orientarse, encontrarse a uno mismo. La Casa Blanca supone un estilo de vida completamente ¨²nico, casi como si vivieses en un mundo surrealista. Es una experiencia vertiginosa, y para volver a la normalidad hay que pasar por un periodo de transici¨®n".
La historiadora Doris Kearns Goodwin coincide en que "marcharse de la Casa Blanca requiere una inmensa transici¨®n". "Uno se acostumbra a enormes privilegios. Te subes en el Air Force One, y nada m¨¢s sentarte, el avi¨®n despega. Tienes que encontrar tus ra¨ªces en otro lugar y despu¨¦s puedes volver. Pero creo que ser¨ªa muy dif¨ªcil salir de la Casa Blanca para sencillamente mudarse a otra casa en Washington". Kearns Goodwin recuerda en este sentido una an¨¦cdota de Dwight Eisenhower: "Cuando volvi¨® a su casa despu¨¦s de la presidencia, y tras haber sido general durante tanto tiempo, intent¨® hacer una llamada telef¨®nica. Pero hac¨ªa tanto tiempo que no hab¨ªa hecho una llamada, que cuando escuch¨® el tono de espera no ten¨ªa la menor idea de lo que era. Ni siquiera sab¨ªa que las antiguas operadoras de centralita se hab¨ªan cambiado por tonos de marcado".
Mujer trabajadora
Lisa Caputo plantea otra dimensi¨®n de Hillary al margen de lo que decida hacer en el futuro. "Es la primera madre trabajadora que hemos tenido en el papel de esposa del presidente, y seguir¨¢ fascinando a la opini¨®n p¨²bica. Representa gran parte de lo que la gente quiere decir cuando habla sobre el papel de la mujer en la vida moderna. Y el inter¨¦s por ella seguir¨¢ vivo mucho tiempo despu¨¦s de que abandone la Casa Blanca".Doris Kearns Goodwin no tiene dudas sobre ello y vuelve al caso de Eleanor Roosvelt. "Cuando muri¨® FDR, los periodistas se le acercaron pero ella dijo que no ten¨ªa nada que decir porque la historia se hab¨ªa acabado. Daba por sentado que su vida p¨²blica hab¨ªa muerto con ¨¦l. Sin embargo, la historia para ella no hab¨ªa hecho m¨¢s que empezar. Continu¨® otros 17 a?os m¨¢s con una vida extraordinaria y una carrera p¨²blica propia. Tambi¨¦n para Hillary Clinton puede que los cap¨ªtulos m¨¢s interesantes de su vida est¨¦n a¨²n por venir".
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