Armas inteligentes, pol¨ªticos torpes
Los analistas militares consideran que la Operaci¨®n Zorro del Desierto ha sido in¨²til y pol¨ªticamente negativa
Clausewitz estableci¨® hace m¨¢s de un siglo que la guerra no es un acto aislado sino "un instrumento pol¨ªtico" y que en ella no se puede dar el primer paso sin "pensar en el ¨²ltimo". Ambas ideas han sido recordadas estos d¨ªas por la mayor¨ªa de los analistas militares a prop¨®sito de la operaci¨®n Zorro del Desierto para destacar la falta de adecuaci¨®n entre la fuerza militar desplegada por EE UU y Gran Breta?a y su eficacia pol¨ªtica.
El presidente Clinton defini¨® como objetivo militar de los ataques la "degradaci¨®n y disminuci¨®n de la capacidad iraqu¨ª para fabricar armas de destrucci¨®n masiva" y no ocult¨® que su prop¨®sito pol¨ªtico final era "el derrocamiento de Sadam Husein". Sin embargo, los expertos militares consultados concluyen que brit¨¢nicos y estadounidenses han fracasado en ambos fines: la amenaza que representa Sadam continuar¨¢ vigente dada la facilidad de producci¨®n, traslado y ocultamiento de las armas qu¨ªmicas y biol¨®gicas, un juego en el que los iraqu¨ªes son expertos, y porque sin tropas sobre el terreno y sin una alternativa pol¨ªtica real es imposible que s¨®lo con ataques a¨¦reos se acabe con el r¨¦gimen iraqu¨ª. De hecho, la modestia de los resultados obtenidos ha llevado al Pent¨¢gono a elaborar nuevos planes de ataque para 1999.
?stas son, en s¨ªntesis, las conclusiones de diversos analistas militares sobre la operaci¨®n Zorro del Desierto.
Destrucci¨®n del arsenal qu¨ªmico y bacteriol¨®gico iraqu¨ª
Fuentes conocedoras de la planificaci¨®n militar de EE UU citadas por The Washington Post afirman que los objetivos potenciales de armas nucleares, qu¨ªmicas o bacteriol¨®gicas iraqu¨ªes el primer d¨ªa del ataque superaban los 200, incluyendo f¨¢bricas de productos l¨¢cteos y de bebidas, plantas farmac¨¦uticas y otras instalaciones. Pero tras cuatro d¨ªas de bombardeos consecutivos -es decir, despu¨¦s de 70 horas de fuego continuado, 250 raids a¨¦reos y el lanzamiento de 425 misiles de crucero, m¨¢s de un centenar que en la guerra del Golfo-, los objetivos alcanzados, seg¨²n reconoce la coalici¨®n angloamericana en un primer balance, es de 93. De esa cifra s¨®lo 30 estaban relacionados con la producci¨®n de armas de destrucci¨®n masiva.Andr¨¦s S. Serrano, master en Estudios sobre la Guerra por el King"s College de Londres y asesor de Naciones Unidas, sostiene que un ¨¦xito del 100% en este terreno "es pr¨¢cticamente imposible" y calcula "que su eficacia no habr¨¢ llegado al 40%". Serrano plantea adem¨¢s el problema de "cu¨¢l ha sido la informaci¨®n en la que han basado los militares norteamericanos estos objetivos, m¨¢xime cuando los inspectores de la Unscom llevan a?os jugango al gato y al rat¨®n con los iraqu¨ªes sin resultados".
En este sentido, el almirante Juan Antonio Balb¨¢s, director del Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (Ceseden), recuerda que las armas qu¨ªmicas y biol¨®gicas "son relativamente f¨¢ciles de producir, ya que no se necesitan para ello ni grandes fuentes de energ¨ªa ni complicados equipos", ventajas a las que el experto Antonio Marquina a?ade sus "ampl¨ªsimas posibilidades de ocultaci¨®n". M¨¢s a¨²n cuando el r¨¦gimen iraqu¨ª ha tenido m¨¢s de un mes, concretamente desde que a fines del pasado octubre puso fin a su colaboraci¨®n con los inspectores, para evacuar y limpiar dep¨®sitos y almacenes.
Por su parte, Vicen? Fisas, titular de la c¨¢tedra Unesco sobre Paz y Derechos Humanos de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, y el general Alberto Pires coinciden en se?alar los peligros que entra?a el bombardeo de dichos dep¨®sitos. De existir, afirman, y en caso de que no fuesen binarios, es decir, que est¨¦n almacenadas dos sustancias inocuas por s¨ª solas salvo que se mezclen, "una explosi¨®n en ellos generar¨ªa una contaminaci¨®n atmosf¨¦rica letal". "Buena parte de las sustancias ser¨ªan destruidas por combusti¨®n pero habr¨ªa part¨ªculas que se esparcir¨ªan en el aire". Las esporas de las bacterias del antrax y del botulismo son mortales en dosis m¨ªnimas y m¨¢s a¨²n si no se dispone de grandes cantidades de antibi¨®ticos. El antrax, que puede permanecer d¨¦cadas en el medio ambiente, ataca el sistema inmunol¨®gico y la toxina del botulismo causa par¨¢lisis muscular y respiratoria.
El almirante Balb¨¢s cree que no existe tal riesgo. "Se establecen unas carpetas de objetivos muy meticulosas en las que participan t¨¦cnicos y especialistas, y despu¨¦s se decide el tipo de arma adecuada para esos puntos sensibles".
La informaci¨®n sobre la destrucci¨®n de estos dep¨®sitos ha sido hasta ahora tan escasa como confusa. El Pent¨¢gono dijo, el segundo d¨ªa de los ataques, que se hab¨ªan evitado aquellos que pod¨ªan contaminar a la poblaci¨®n, pero la aviaci¨®n brit¨¢nica ha admitido haber destruido un hangar que supuestamente conten¨ªa "par¨¢sitos de muerte".
Armas inteligentes y n¨²mero de v¨ªctimas
Frente a la guerra del Golfo, EEUU ha empleado esta vez exclusivamente armas inteligentes, los llamados sistemas de fire and forget (dispara y olv¨ªdate). Sus ventajas son su alcance, su precisi¨®n y el que no implican ning¨²n riesgo para quien las dispara. Sus limitaciones el que causan menor destrucci¨®n que las bombas convencionales y su elevado coste, casi un mill¨®n de d¨®lares (142 millones de pesetas) por cada misil de crucero. Los misiles Tomahawk tienen una precisi¨®n extraordinaria con una probabilidad de error sobre el blanco de s¨®lo 10 metros. La de las bombas Paveway de los Tornados brit¨¢nicos oscila entre los 2 y los 9 metros.Hasta el momento, Irak ha reconocido s¨®lo 62 muertos y un centenar de heridos mientras que EE UU no ha dado cifras. Pese a estos datos, hay que recordar que el Pent¨¢gono calculaba que la operaci¨®n militar que finalmente fue abortada en noviembre causar¨ªa 10.000 muertos entre los iraqu¨ªes. Esta disparidad se explica, seg¨²n Serrano, por "esa especie de pacto impl¨ªcito de propaganda que mantienen Irak y EEUU". "Los primeros minimizan sus bajas y ponen el ¨¦nfasis en las instalaciones civiles atacadas. Los segundos no dan cifras para no menoscabar la eficacia de sus armas. La verdad sobre el n¨²mero de muertos en esos cuatro d¨ªas no se sabr¨¢ hasta dentro de un par de a?os, pero lo que est¨¢ claro es que esas armas, por muy precisas que sean, producen da?os colaterales", a?ade. A este respecto, Pires y Marquina apuntan que siempre hay un ¨ªndice de disparos an¨®malos como el misil que cay¨® en Ir¨¢n. Balb¨¢s, por su parte, se?ala que la limpieza te¨®rica de una operaci¨®n con misiles de crucero depende "de que la informaci¨®n que lleve incorporada el misil sea absolutamente exacta, que no haya error en el objetivo marcado, que no se confunda una planta qu¨ªmica con una f¨¢brica de medicinas".
El derrocamiento de Sadam Husein
La mayor¨ªa de los expertos creen que los ataques a¨¦reos no son suficientes desde el punto de vista militar para lograr este fin, que es necesaria la presencia de fuerzas sobre el terreno. Pero, adem¨¢s, se?ala Marquina, "es imprescindible tener una alternativa pol¨ªtica al dictador: un r¨¦gimen no se cambia s¨®lo por la fuerza".Fisas argumenta que "ning¨²n ataque desde 1991 ha conseguido derrocar a Sadam. Nunca ha habido un planteamiento regional para dar coherencia a una operaci¨®n militar contra Irak". Con estos ataques, afirma, "todo seguir¨¢ igual, pero con menos legitimidad para imponer soluciones pol¨ªticas".
En opini¨®n de Balb¨¢s, los bombardeos ten¨ªan el planteamiento de "una operaci¨®n quir¨²rgica" para destruir la capacidad militar de Sadam y cree que pueden haber tenido un efecto semejante al del ataque de EE UU a Libia en 1986, en el que "Gaddafi no cay¨® pero qued¨® completamente neutralizado".
Andr¨¦s S. Serrano califica, sin ambages, de "pol¨ªticamente desastrosa" toda la operaci¨®n. "Los angloamericanos han cometido una gran fallo de estrategia: no tener otro end game (fin de juego) salvo el que Sadam se suicidase. La operaci¨®n Zorro del Desierto ha vuelto muy dif¨ªciles las futuras inspecciones de la Unscom; ha debilitado el margen de opciones de Naciones Unidas y de EE UU para influir en los llamados Estados terroristas y ha confirmado la opci¨®n de las armas qu¨ªmicas por esos Estados como f¨®rmula para contrarrestar el potencial b¨¦lico occidental". Y concluye: "Se ha intentado matar una mosca con un martillo y los pol¨ªticos occidentales se sentir¨¢n muy frustrados en el futuro si no hay un cambio de doctrina militar".
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