Saldos
Por inaudito que parezca, la Administraci¨®n p¨²blica ha decidido sumarse este a?o a la campa?a de rebajas de enero. Y lo ha hecho, en Alicante, sacando a la venta un edificio p¨²blico a precio de coste, estrat¨¦gicamente situado en plena fachada litoral. Tan de primera l¨ªnea que ocupa terrenos ganados al mar. Un chollo, dicen los que entienden. Por la tercera fase del hotel Meli¨¢ las arcas p¨²blicas ingresar¨¢n 1.872 millones de pesetas, exactamente lo mismo que le cost¨® al puerto de Alicante, que compr¨® en 1996 el inmueble con dinero p¨²blico. El mercado inmobiliario crece como la espuma por aqu¨ª, y en estos tiempos es poco habitual que te vendan a precio de saldo, salvo que se trate de alguien con apuros econ¨®micos que necesite liquidez con urgencia. Y si la Administraci¨®n est¨¢ en esa situaci¨®n, Espa?a no va tan bien como dicen algunos. En este caso hemos hecho un pan como unas hostias, y pluralizo convencido de que parte de mis impuestos han ido a parar a ese cometido. Primero contratamos por una pasta a un gabinete jur¨ªdico para que resolviera el complicado entramado de propietarios afectos al edificio. Hab¨ªa cientos, algunos pendientes de resolver herencias, otros en juicios, y tampoco faltaban apartamentos de dudosa adjudicaci¨®n. Meses de papeleo y negociaciones hasta llegar a la compra, que estall¨® al poco de consumarse cuando alguien cay¨® en la cuenta de que el edificio adquirido no ten¨ªa uso definido. A?¨¢danse las dudas generadas sobre la legalidad de la operaci¨®n, investigaci¨®n judicial incluida, y resultar¨¢ un mastodonte de hormig¨®n con m¨¢s peso del debido. Despu¨¦s vino la verg¨¹enza de ver a los representantes de un organismo p¨²blico (el puerto) llamando a todas las puertas posibles para intentar vender el Meli¨¢, como si de comerciales de Av¨®n se tratara. Pero no hubo suerte. El edificio no interesaba a nadie. Desesperada, la Autoridad Portuaria decidi¨® que lo mejor era ofertar el inmueble a precio de saldo. En enero, con la llegada de las rebajas, se firmar¨¢ la transacci¨®n.
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