Derogada, tras 33 a?os, la ley de inversiones de las Fuerzas Armadas
La Ley sobre Dotaciones Presupuestarias para Inversiones y Sostenimiento de las Fuerzas Armadas, que ha estado en vigor bajo diferentes denominaciones y con distintas variantes desde 1965, ha quedado derogada a partir del 31 de diciembre, al concluir su ¨²ltimo plazo de aplicaci¨®n y no haber sido prorrogada. Esta ley dotaba a los ej¨¦rcitos de un instrumento financiero privilegiado para planificar sus inversiones. El PP ha renunciado a su promesa electoral de sustituirla por una ley que, en vez de fijar un incremento fijo de los gastos militares, detallase los principales programas de armamento. La ¨²ltima versi¨®n de la ley de dotaciones, que data de octubre de 1990, autorizaba al Gobierno a realizar un programa conjunto de inversiones, reposici¨®n de material, equipo y armamento y sostenimiento de las Fuerzas Armadas por un periodo de ocho a?os, hasta el 31 de diciembre de 1998.
Su texto fijaba en el 4,432% el crecimiento anual en t¨¦rminos reales, descontada la inflaci¨®n, de los gastos de inversi¨®n y mantenimiento de los ej¨¦rcitos, con un techo global del 2,5% para el presupuesto de Defensa.
Gasto emboscado
El PP era partidario de mantener una norma de este tipo, aunque sustituyendo el crecimiento porcentual de los gastos militares, sujeto a la aprobaci¨®n del presupuesto de cada a?o, por una "ley Plurianual de Programas para las Fuerzas Armadas", para planificar las necesidades a medio y largo plazo, como rezaba su programa electoral de 1996.
La falta de una ley se ha suplido con otros instrumentos. Por ejemplo, logrando autorizaci¨®n para transferir al ejercicio siguiente los remanentes de presupuesto no ejecutados a final de a?o. Tambi¨¦n, consiguiendo que los ingresos generados por la venta de instalaciones militares en desuso -entre 15.000 y 20.000 millones de pesetas al a?o- puedan dedicarse a la compra de armamento y no s¨®lo a la construcci¨®n de nuevos cuarteles, como suced¨ªa hasta ahora.
Sin embargo, el principal instrumento ha sido el recurso a los cr¨¦ditos sin intereses del Ministerio de Industria para financiar los grandes programas militares: el avi¨®n EF-2000, la fragata F-100 y el carro de combate Leopard. Desde que se cre¨® esta f¨®rmula, en los Presupuestos de 1997, los primeros del Gobierno del PP, los cr¨¦ditos consignados por Industria suman 337.331 millones de pesetas. Este sistema ha permitido acometer esos programas de armamento, a pesar de que el presupuesto de Defensa se ha mantenido pr¨¢cticamente congelado, con un crecimiento del 6,68%. El problema est¨¢ en que se trata de cr¨¦ditos reembolsables, que las empresas receptoras deber¨¢n devolver a Industria cuando cobren de Defensa, la que tendr¨¢ que incorporarlos a su presupuesto ordinario a partir del a?o 2000. Es una f¨®rmula que la ley de Presupuestos de 1999 proh¨ªbe seguir utilizando, ya que no hace m¨¢s que trasladar d¨¦ficit al futuro.
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