Los l¨ªderes de la Euroc¨¢mara fraguan un pacto para evitar la censura a la Comisi¨®n
El debate del Parlamento Europeo, previo a la moci¨®n de censura a la Comisi¨®n, desemboc¨® ayer en una caja abierta donde todas las sorpresas son posibles hasta la votaci¨®n del jueves. Los l¨ªderes de los distintos grupos pol¨ªticos intervinieron con moderaci¨®n, como buscando fraguar un pacto honorable que les permita salvar la cara -todos ellos est¨¢n divididos por nacionalidades- y permitan al equipo Santer culminar su ¨²ltimo a?o de mandato. No ser¨¢, en el mejor de los casos, una confianza absoluta, sino condicionada y con grandes exigencias. Socialistas y democristianos est¨¢n a la gre?a.
La moci¨®n de censura fue propuesta por la socialista Pauline Green como cuesti¨®n de confianza (mecanismo inexistente en la c¨¢mara europea) a favor de la Comisi¨®n. La propugn¨® en diciembre de 1998, despu¨¦s de que el hemiciclo se negara a aprobar la ejecuci¨®n del presupuesto de 1996, por el intento democristiano de castigar as¨ª las corruptelas desveladas en el ejecutivo comunitario.Se trata de una "corrupci¨®n, inaceptable, pero con c¨¦ min¨²scula", que afecta a muchos departamentos y no s¨®lo a los regentados por socialistas, dijo ayer la laborista Green. Hay v¨ªas para reconducir los fraudes e irregularidades, pero conviene una Comisi¨®n estable para acabar el paquete financiero Agenda 2000, sostuvo.
Con la propuesta de censura, los democristianos -el segundo grupo- se ven obligados a dar la confianza a Bruselas, para no desautorizar a Jacques Santer, su correligionario en Bruselas. "La confianza entre Parlamento y Comisi¨®n es fundamental para la construcci¨®n europea", contest¨® el l¨ªder del Partido Popular Europeo, Wilfried Maertens, quien elogi¨® los logros de esta Comisi¨®n, desde el nacimiento del euro a los primeros pasos de la ampliaci¨®n a Europa del Este.
Desconfianza mutua
Los l¨ªderes buscan pues el pacto. Pero desconf¨ªan de sus promesas mutuas, un cisma en el tradicional consenso de Estrasburgo. Y, adem¨¢s, no controlan ni a sus grupos ni a los dem¨¢s. As¨ª, los superderechistas franceses del grupo de De Villiers presentaron ayer una moci¨®n de censura "aut¨¦ntica", para derribar al Ejecutivo comunitario, que tambi¨¦n se votar¨¢ el jueves y contar¨¢ en principio con escaso apoyo. Y los liberales encabezados por Pat Cox -el tercer grupo en importancia- proponen una resoluci¨®n en la que se invita a dos de los comisarios m¨¢s criticados -ambos socialistas y sure?os, el espa?ol Manuel Mar¨ªn y la francesa Edith Cresson- a que dimitan. No hay censura individual posible, pero s¨ª posibilidad parlamentaria de presi¨®n.
Y a esta resoluci¨®n se podr¨ªan apuntar los democristianos, como insinu¨® Maertens -sobre todo los alemanes, que endurecen su oposici¨®n ante los pr¨®ximos comicios europeos tras haber perdido la canciller¨ªa- con lo que Bruselas quedar¨ªa desairada, y los socialistas aparecer¨ªan como ¨²nicos responsables pol¨ªticos del escaso control de las irregularidades.
Ya Green dijo que no lo tolerar¨ªa, que la responsabilidad de la Comisi¨®n es colegial, como manda el Tratado, e insinu¨® que "en caso de personalizar" habr¨ªa que hablar de Agricultura y Europa del Este, regentados por los comisarios democristianos Franz Fischer y Hans Van den Broek.
"Ser justo no significa lanzarse a acusaciones desordenadas, a acusaciones basadas en rumores, a chismorreos para acusar a una persona", replic¨® la radical Catherine Lalumi¨¨re a los liberales. Extramuros, extrema derecha, verdes e Izquierda Unitaria est¨¢n por el derribo.
Jacques Santer fue rotundo en su intervenci¨®n. "Estoy de acuerdo con ustedes, nuestra pol¨ªtica en ¨¦sta ¨¢rea [erradicaci¨®n del fraude] debe ser de absoluta intolerancia. Ser bueno no es suficiente en la lucha contra el fraude: tenemos que estar por encima de toda sospecha, debemos aprender una lecci¨®n de los pasados meses, y parte de esa lecci¨®n es ser m¨¢s abiertos respecto al Parlamento.
Santer ofreci¨® un plan antifraude y para mejorar su administraci¨®n que es casi punto por punto lo que le pidi¨® la c¨¢mara hace m¨¢s de un mes: c¨®digos de ¨¦tica para comisarios y altos cargos; no aceptar encargos del Consejo si no van con dotaci¨®n humana y financiera; puesta en marcha de una oficina de lucha contra el fraude independiente y externa...
El caso de los espa?oles
El programa de Santer y los de Green y Maertens coinciden. Pero para acabar de fraguar el pacto no basta. Los populares espa?oles proponen que los socialistas desistan de la censura y la conviertan en una resoluci¨®n conjunta, explic¨® su jefe, Gerardo Galeote. Los socialistas se niegan porque desconf¨ªan de que algunos populares mantengan sus compromisos y temen que acaben censurando a comisarios individuales, en una enmienda sorpresa, cuando el responsable ¨²ltimo es Santer, indic¨® el presidente de los eurodiputados socialistas espa?oles, Manuel Medina. Los liberales quieren pactar, prometi¨® Carles Gas¨°liba. Tienen ya consenso en el programa. Les faltan tres d¨ªas para encontrar la f¨®rmula.
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