Un poco de nostalgia

Carlos Larra?aga, aureolado por su larga y fruct¨ªfera serie de televisi¨®n (adem¨¢s de por su carrera teatral) rodeado de seis se?oritas bellas y realzadas por el vestuario: lo suficiente para atraer a un p¨²blico bienintencionado, y para satisfacerle. Y el nombre de Neil Simon, que fue un rey del vodevil a la inglesa y que ahora debe pretender dignificarse con un g¨¦nero aparentemente m¨¢s elevado: una comedia nost¨¢lgica, un juego con el tiempo, el amor y la pena. Este Jack, escritor notablemente vulgar -por como habla, por las citas que hace de su inspiraci¨®n- trabaja con personajes de su vida; los evoca y aparecen en el escenario. Sobre todo a la que fue su mujer y muri¨®, Julie (Marta Guti¨¦rrez), de cuyo recuerdo no le han liberado sus aventuras sentimentales ni la cari?osa hija que le qued¨® de ella (Maribel del Prado). Otro amor serio y hermoso se le va de las manos, el de Maggie (Pilar Vel¨¢zquez); los personajes reales, los imaginados o evocados, pueden estar juntos, hablarse, cambiar sus tiempos, retratar al escritor brillante y un poco tonto, ayudarle... Supongo que este sentimentalismo, este peque?o humor y esta subliteratura ser¨¢n suficientes para muchas personas. Para otras no; quiero decir, para m¨ª. Debe ser mi defecto.El viernes por la tarde el teatro estaba lleno de un p¨²blico sereno y antiguo: el patio de butacas, visto desde arriba, daba un buen tono plateado de canas. Estaban a gusto. Se re¨ªan a veces, entraban en el tema y, al final, aplaudieron con reconocimiento.