Poder centr¨ªpeto
En relaci¨®n al art¨ªculo El s¨ªndrome de Pen¨¦lope, del se?or Peces-Barba, voy a proponer una serie de reflexiones que, en contraposici¨®n a la perspectiva centr¨ªpeta que propone (aunque seguramente no lo reconozca), plantee una visi¨®n m¨¢s centr¨ªfuga de Espa?a. Me explicar¨¦: dicen los dichos "quien parte y reparte se lleva la mejor parte" (Madrid y su cultura de referencia) y "cuando el r¨ªo suena, agua lleva" (en este caso, Catalu?a). Se olvidan el se?or Peces-Barba y tantos otros que el poder tiende a autoperpetuarse; as¨ª, la Constituci¨®n no se hizo por casualidad en Madrid o en su entorno y en la cultura que ese lugar representa. Aunque no dudo de la buena fe del se?or Peces-Barba, es sospechosa la falta de autocr¨ªtica hacia el nacionalismo consolidado espa?ol (y que, por tanto, no tiene necesidad de reivindicarse, que representan generalmente los partidos pol¨ªticos de ¨¢mbito estatal). Es evidente que en su d¨ªa la Constituci¨®n fue un gran adelanto para todos, pero ah¨ª no se acaba la historia, no s¨¦ si es necesario un cambio de la misma, pero de lo que s¨ª estoy convencido es de que, si bien es verdad que se han utilizado falsos argumentos desde los llamados nacionalismos, tambi¨¦n se han utilizado desde Madrid. Es cierto que los recelos existen en las dos partes y que queda un largo camino por recorrer, y que no podr¨¢ recorrerse si no hay una actitud generosa y genuina de descentralizaci¨®n, que desde muchos ¨¢mbitos de Catalu?a se percibe incompleta; y a la inversa, hay desde Catalu?a una actitud leal y coherente con el resto de los pueblos de Espa?a. Un poder que sigue manteni¨¦ndose centr¨ªpeto y que debe llegar a percibirse desde las otras culturas de Espa?a como un poder centr¨ªfugo que abarque y afecte a todos los ¨¢mbitos del poder, econ¨®mico, pol¨ªtico, cultural o sencillamente de simpat¨ªa y confianza en el hermano vecino, ¨¦sa es la ¨²nica posibilidad de construir una casa com¨²n donde todos nos sintamos c¨®modos. Y eso lo dice una persona que no cree en los nacionalismos, pero que respeta a quien cree en ellos mientras ¨¦stos no destruyan individuos o culturas.-
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