Suspiro de alivio
LA C?MARA de Diputados de Brasil acaba de aprobar las disposiciones m¨¢s pol¨¦micas e impopulares del ajuste fiscal presentado por el Gobierno, cuya puesta en pr¨¢ctica era una condici¨®n del FMI para librar el pr¨¦stamo internacional de 41.000 millones de d¨®lares (unos 4,8 billones de pesetas) concedido para hacer frente a su crisis financiera. Las medidas aprobadas, que imponen cotizaciones sociales a los pensionistas y aumentar las de los funcionarios en activo, permitir¨¢n al Gobierno brasile?o aumentar sus ingresos en m¨¢s de 380.000 millones de pesetas. Quedan por instrumentar otras dos piezas decisivas del ajuste fiscal, como son el recorte del gasto p¨²blico en sanidad y educaci¨®n y la reducci¨®n del n¨²mero de funcionarios. Pero el triunfo del Gobierno, despu¨¦s de que sus planes econ¨®micos fueran rechazados en cuatro ocasiones por el Congreso, debe permitir que los mercados recuperen la confianza en el pa¨ªs.La econom¨ªa brasile?a hab¨ªa llegado a unos l¨ªmites de deterioro dif¨ªciles de soportar. La causa de este empeoramiento creciente e imparable era precisamente la desconfianza de los inversores en la capacidad del Gobierno para imponer el plan de ajuste presupuestario, reducir el d¨¦ficit y pagar su deuda externa (m¨¢s de 33 billones de pesetas). Esta desconfianza se tradujo en ca¨ªdas importantes de los mercados y en una huida de los inversores extranjeros. La devaluaci¨®n del real la semana pasada y la subida de los tipos de inter¨¦s hasta el 41% no hab¨ªan conseguido resta?ar la credibilidad. La prueba es que entre el viernes y la sesi¨®n parlamentaria del mi¨¦rcoles prosigui¨® la fuga de capitales a un ritmo de unos 350 millones de d¨®lares diarios. La aprobaci¨®n parlamentaria de las dos medidas citadas de ajuste es un respiro importante para el Gobierno de Cardoso y para el resto de las econom¨ªas latinoamericanas, que asist¨ªan expectantes y alarmadas a los denodados esfuerzos de las autoridades econ¨®micas brasile?as por estabilizar los mercados. Es pronto para evaluar el efecto de este ¨¦xito pol¨ªtico, pero caben pocas dudas de que Cardoso ha logrado superar su principal desaf¨ªo.Pero est¨¢ por ver el efecto social de estas medidas, a menos que el pa¨ªs consiga detener la hemorragia de capitales y recuperar la senda del crecimiento. Las purgas son siempre desagradables, pero pueden ser soportables si se alivia pronto el estado general. El FMI est¨¢ obligado ahora a ayudar de inmediato al Gobierno brasile?o para que pueda estabilizar su moneda. Aunque las expectativas han mejorado notablemente, a Brasil a¨²n le queda por aplicar una prolongada y severa gesti¨®n del ajuste econ¨®mico.
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