Una inyecci¨®n de modernidad
Desde su inauguraci¨®n, en diciembre del a?o 1968, el hospital La Fe ha sido la "casa madre" de todos los centros sanitarios de la Comunidad Valenciana, "y como todas las madres", comenta un ginec¨®logo, "se nos ha hecho mayor y tiene aver¨ªas". No obstante, agrega, "mantiene intacto su compromiso de asistencia sanitaria universal y gratuita, y aunque en muchas ocasiones atiende a los pacientes en los pasillos, el hospital nunca puso en la puerta el cartel de Completo". Conocida la propuesta de la consultora Cap Gemini, que afirma que rehabilitar el hospital ser¨ªa mucho m¨¢s costoso que derribarlo y construir uno nuevo, son muchos los trabajadores de La Fe que se preguntan si lo que realmente se quiere destruir es el edificio o la concepci¨®n de hospital p¨²blico y gratuito. "Que cite el consejero [Joaqu¨ªn Farn¨®s] un solo hospital del mundo que se haya derribado a los 30 a?os de su construcci¨®n", comenta un especialista en Hematolog¨ªa que trabaja en el centro desde su apertura. Adem¨¢s de lamentar que la remodelaci¨®n de La Fe se plantee en funci¨®n de la apertura del hospital de Alzira (de gesti¨®n privada), y sin que exista un plan director sobre lo que debe ser en el futuro un hospital de referencia, este facultativo recuerda que el ¨ªndice de ocupaci¨®n de La Fe siempre roz¨® el 100%, cuando el nivel ¨®ptimo se sit¨²a en el 80%. "Ser¨ªa un esc¨¢ndalo que ahora se aprovechara para especular con los terrenos", advierte, antes de apuntar algunos datos sobre La Fe, un hospital de estructura vertical, con un n¨²mero inadecuado de ascensores que dificulta el traslado del personal y los pacientes. Definido tradicionalmente como Ciudad sanitaria, el centro se divide en cuatro hospitales: Rehabilitaci¨®n, pabell¨®n Central, Maternal e Infantil. "Ser¨ªa necesario mejorar las comunicaciones entre los distintos pabellones, mediante t¨²neles subterr¨¢neos o externos, e incrementar el n¨²mero de camas de Reanimaci¨®n", dice, ya que el ¨ªndice de ocupaci¨®n es alto y hay que dar cobertura asistencial a los trasplantes. Cabe recordar que, desde su apertura, el hospital ha realizado m¨¢s de 2.000 trasplantes de ¨®rganos: 1.339 de ri?¨®n, casi 500 hep¨¢ticos, 222 de coraz¨®n y 118 pulmonares. Pero el hospital ha compaginado siempre su papel de referencia con la actividad asistencial b¨¢sica, y, seg¨²n adelant¨® el consejero de Sanidad en estas mismas p¨¢ginas, se construir¨¢ un centro nuevo de tipo comarcal, para liberar a La Fe de unas 300 camas y dejarla con s¨®lo 1.000. Los trabajadores del centro se oponen a cualquier intento de privatizaci¨®n. Piensan que La Fe debe seguir siendo un hospital p¨²blico y mantener su oferta asistencial y docente (ha formado a cientos de m¨¦dicos residentes). "Los hospitales privados eran meros hoteles hasta que se dotaron de personal formado en La Fe", comentan. Adem¨¢s de aprobar que se fomenten la cirug¨ªa ambulatoria y la atenci¨®n domiciliaria, muchos coinciden en que es necesaria una pol¨ªtica de renovaci¨®n del personal, y ponen el ejemplo del hospital Vall d"Hebr¨®n de Barcelona, que se plante¨® ir sacando del centro a la gente mayor (o con claros intereses privados) y no amortizar una sola plaza, para renovar su plantilla. "Si nos descuidamos, de aqu¨ª a ocho a?os tenemos 60 a?os de media", comenta un radi¨®logo que lamenta el traslado de cuatro j¨®venes radi¨®logos al hospital de Alzira. En los ¨²ltimos meses, dicen, se est¨¢n produciendo ceses por acumulaci¨®n de tareas y se han amortizado plazas, lo que acabar¨¢ provocando que algunos profesionales hagan una guardia cada cinco d¨ªas. Habitaciones individuales "Dejar este hospital para los pobres ser¨ªa carg¨¢rselo", comenta otra m¨¦dico de La Fe, que se niega a aceptar que no se pueda empezar a invertir ya mismo en la modernizaci¨®n del hospital. "Es inhumano que las mujeres sigan pariendo en unos potros que ya est¨¢n viejos y no ofrecen confort; la gente tiene derecho a estar bien atendida, ?qui¨¦n ha dicho que en la sanidad p¨²blica no puede haber camas individuales?", se pregunta. El paciente necesita intimidad y hay dinero suficiente para actualizar el hospital, responde. Lo que nadie se explica es que un hospital como La Fe no tenga un servicio de diagn¨®stico por imagen como corresponde a un centro de sus caracter¨ªsticas. No tiene aparato de Resonancia Magn¨¦tica, y los enfermos deben ser trasladados, en virtud de un concierto con empresas privadas. "?Qui¨¦n va a ense?ar a las nuevas generaciones de radi¨®logos las t¨¦cnicas de la resonancia?", se pregunta un trabajador del hospital, tras recordar que, en estos momentos hay 15 aparatos de Resonancia Magn¨¦tica en la sanidad privada y s¨®lo uno en la p¨²blica, el del hospital Peset de Valencia, que ha quedado obsoleto debido a sus 10 a?os de antig¨¹edad. "Solamente en La Fe har¨ªan falta tres", a?ade. Nadie oculta la falta de espacio, ni la sobrecarga de trabajo que sufren algunas ¨¢reas del hospital como la sala de extracciones, que est¨¢ saturada. El hacinamiento dificulta la circulaci¨®n -algunos d¨ªas concurren cerca de 12.000 personas en el centro, contando los 6.000 empleados-; la tecnolog¨ªa est¨¢ quedando obsoleta y eso s¨®lo se soluciona invirtiendo. Se quejan los trabajadores de la obsolescencia arquitect¨®nica y funcional y lamentan que el hospital pierda la confianza de las capas medias de la poblaci¨®n. En general, todos coinciden en que La Fe debe mejorar sus aspectos hosteleros y ofrecer m¨¢s confort a los pacientes, pero nadie pierde de vista que la eficiencia social prima sobre la econ¨®mica en este centro, al que hay que inyectar una dosis de modernidad.
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