El Constitucional establece que Chirac no puede ser juzgado por tribunales ordinarios mientras sea presidente

Sin que mediara petici¨®n formal alguna, el Tribunal Constitucional franc¨¦s acaba de establecer, de improviso, que el presidente de la Rep¨²blica, Jacques Chirac, no puede ser juzgado por la justicia ordinaria. El dictamen, trascendental en la medida en que zanja un largo debate que viene ocupando a juristas y pol¨ªticos, ha sido incluido, a modo accidental y sin mayores considerandos, en la respuesta, naturalmente argumentada, que la m¨¢s alta instancia judicial francesa ha dado al propio presidente y al primer ministro sobre la compatibilidad de la Constituci¨®n con el Tratado de Roma.El actual jefe de Estado queda ahora al abrigo de esas investigaciones judiciales que tratan de depurar las responsabilidades por la creaci¨®n de empleos ficticios en la alcald¨ªa de Par¨ªs durante los a?os en los que ejerci¨® de alcalde de la capital francesa.

El peque?o p¨¢rrafo que consagra la impunidad penal de Jacques Chirac durante el ejercicio de sus funciones como presidente ni siquiera fue sometido a discusi¨®n dentro del tribunal en su sesi¨®n del pasado viernes. Seg¨²n afirma el diario Le Monde, el presidente de la m¨¢s alta magistratura del Estado, Roland Dumas, pas¨® por encima del asunto sin dar opci¨®n siquiera a sus compa?eros a entrar en deliberaciones.

A la vista de las formas y dada la personalidad de Roland Dumas, procesado por complicidad y colaboraci¨®n en la estafa de bienes p¨²blicos en el denominado caso Elf -pago de comisiones multimillonarias por la venta de fragatas a Taiwan-, la decisi¨®n del Tribunal Constitucional franc¨¦s ha desatado un amplio abanico de suspicacias y sospechas.

Mucha gente cree haber comprendido ahora por qu¨¦ Jacques Chirac ha sostenido en estos ¨²ltimos meses a un Roland Dumas, abandonado por buena parte de sus correligionarios del Partido Socialista Franc¨¦s (PSF); o por qu¨¦ insiste en la presunci¨®n de inocencia, frente a quienes, como los portavoces de su partido, la Uni¨®n para la Rep¨²blica (RPR), o el propio ex jefe del Estado Val¨¦ry Giscard d'Estaing, reclaman la dimisi¨®n de Dumas. Al margen de suspicacias, de la posibilidad siempre presente de que el presidente de la Rep¨²blica sea juzgado por el Tribunal Supremo franc¨¦s de acuerdo a un procedimiento especial, el dictamen cierra el paso a los jueces de instrucci¨®n que, como Patrick Desmure, han marcado una din¨¢mica investigadora que parec¨ªa llamada a desembocar en el El¨ªseo (sede de la Presidencia).