Bobby Fischer insulta a los jud¨ªos y niega la existencia del Holocausto

Fascismo o paranoia, o ambas cosas a la vez. Bobby Fischer, de 55 a?os, el ajedrecista idolatrado por millones de aficionados desde 1972, cuando rompi¨® la supremac¨ªa sovi¨¦tica, acusa a la comunidad jud¨ªa de conspirar contra ¨¦l -sus bienes en EE UU han sido embargados- y niega el Holocausto. El ex campe¨®n, de madre jud¨ªa, vive en Budapest desde que en 1992 viol¨® el embargo internacional contra Yugoslavia y escupi¨® p¨²blicamente sobre un documento del Departamento del Tesoro de su pa¨ªs, que le persigue por no pagar impuestos.

Fischer, cuya madre y hermana fallecieron recientemente, rompi¨® seis a?os de silencio el 14 de enero con una entrevista telef¨®nica en directo que concedi¨® a la emisora Bombo Radio de Baguio (Filipinas). Sus interlocutores fueron el gran maestro filipino Eugenio Torre, viejo amigo del estadounidense, y el periodista Pablo Mercado; las voces de Fischer y Torre se identifican sin ninguna duda. La conversaci¨®n, llena de insultos al pueblo hebreo y de expresiones soeces, puede escucharse en Internet (www.philchess.com.ph/fischer2.ra)."?ste es el ¨²ltimo de una serie de cr¨ªmenes contra m¨ª perpetrados por la comunidad jud¨ªa mundial y sus grupos de presi¨®n en Estados Unidos", explica Fischer en referencia al embargo, y posterior subasta p¨²blica de las pertenencias que guardaba en Pasadena (California), clasificadas en trece lotes. El ajedrecista a?ade que entre esos bienes hab¨ªa regalos del presidente Richard Nixon y del dictador filipino Ferdinand Marcos "y muchos recuerdos acumulados durante toda mi vida". Seg¨²n la relaci¨®n oficial de lo embargado, el lote 148 incluye "recortes de prensa rusa y espa?ola sobre los duelos de ajedrez de Bobby Fischer".

H¨¦roe de occidente

Nixon le felicit¨® -primero por telegrama y despu¨¦s personalmente- por su triunfo sobre Bor¨ªs Spasski en el Mundial de 1972, celebrado en Reikiavik (Islandia) durante la guerra fr¨ªa entre EE UU y la URSS; aquel duelo ¨¦pico origin¨® que los juegos y libros de ajedrez se agotasen en todo el mundo. Antes, en 1965, Fischer habl¨® con Fidel Castro para que se le permitiera disputar el torneo de La Habana por teletipo, dado que el Gobierno de EE UU le negaba el visado. Despu¨¦s, en 1975, no quiso enfrentarse a Anatoli K¨¢rpov en Manila, a pesar de que Marcos ofreci¨® una bolsa de cinco millones de d¨®lares, por desavenencias con la Federaci¨®n Internacional (FIDE), que le desposey¨® del t¨ªtulo. K¨¢rpov hizo despu¨¦s todo lo posible, sin ¨¦xito, para enfrentarse con el estadounidense, hasta el punto de que su actitud despert¨® las sospechas del KGB. El Kremlin ya hab¨ªa castigado duramente a Mark Taim¨¢nov, que perdi¨® por 6-0 ante Fischer en cuartos de final, "porque era inconcebible que un gran maestro sovi¨¦tico fuese arrollado por un mozalbete norteamericano", seg¨²n Taim¨¢nov.Fischer, cuya infancia fue muy amarga por la separaci¨®n de sus padres y agrias disputas con su madre, mantuvo estrechas relaciones con personas de ideolog¨ªa nazi durante sus ausencia de la vida p¨²blica, entre 1972 y 1992, cuando el magnate yugoslavo Yezd¨ªmir Vas¨ªlievich, uno de los banqueros mafiosos que huyeron con el dinero de sus clientes durante la guerra, le ofreci¨® cinco millones de d¨®lares por reaparecer frente a Spasski en Sveti Stefan (Montenegro), a pocos kil¨®metros del frente de Bosnia. Muchos corresponsales de guerra se trasladaron a ese id¨ªlico pueblo costero para ver el citado escupitajo de Fischer y escuchar sus acusaciones. "Todos los encuentros de Kasp¨¢rov con K¨¢rpov estaban ama?ados" y "no he recibido ni un d¨®lar por la versi¨®n rusa del libro "Mis 60 memorables partidas", fueron las m¨¢s espectaculares. A ellas a?ade ahora otra -en el contexto de su odio a los jud¨ªos- contra los autores de la pel¨ªcula En busca de Bobby Fischer (1994) por comerciar con su nombre sin permiso. Fischer, soltero y mis¨®gino declarado, mantuvo entonces un ef¨ªmero idilio con la h¨²ngara Zita Rajcsanyi, que ten¨ªa 19 a?os en 1992, y cobr¨® 3,5 millones de d¨®lares tras vencer a Spasski. Desde entonces reside en Budapest, donde hasta hace poco manten¨ªa frecuentes contactos con las tres hermanas Polgar -la mayor, Zsuzsa, es la actual campeona del mundo-, de origen jud¨ªo.