Fugaces y el¨¦ctricos

Estableciendo una ¨®ptima relaci¨®n precio-calidad, el tr¨ªo neoyorquino The Queers ofreci¨® nada menos que 33 canciones en apenas una hora y 15 minutos de actuaci¨®n. Todas, eso s¨ª, fugaces y el¨¦ctricas como un rayo, en la vieja l¨ªnea de los cl¨¢sicos de esto: Los Ramones. The Queers, liderados, como siempre, por el ya escaso de pelo Joe, produjeron en el escenario de la sala El Sol otra estruendosa andanada de punki-rock con marchamo neoyorquino, en el que todas las escuetas melod¨ªas parec¨ªan haber sido escritas por los Beach Boys en un d¨ªa de altos niveles anfetam¨ªnicos. Basando cada tema en un riff de guitarra distinto y en un estribillo gritado a la simplona manera de Joey Ramone, The Queers consiguen en directo armar una juerga explosiva que tiene siempre una contestaci¨®n a la altura por parte del p¨²blico. ?ste, por cierto, abarrot¨® el recinto, se lanz¨® en plancha desde el escenario, bail¨®, empuj¨® y pate¨® hasta los cardenales y goz¨® del mismo tipo de espect¨¢culo del que disfrutan los adolescentes en Estados Unidos y que aqu¨ª parece ser m¨¢s cosa de gente de 20 a?os largos, incluso 30 y 40.