Periodistas y soldados bien conectados

El momento, dentro de unos 10 a?os. El lugar, una redacci¨®n con mucho jaleo. Las circunstancias, ha explotado una bomba, quiz¨¢s. Un reportero coge un bloc, una grabadora y algo m¨¢s: una estaci¨®n m¨®vil de trabajo que incluye equipos para permitir al usuario el acceso a Internet, recibir informaci¨®n de sus jefes y entrar en una base de datos con informaci¨®n sobre el ambiente en que se encuentra. Incluye gafas con pantallas de cristal l¨ªquido, un peque?o modem inal¨¢mbrico de alta velocidad y el acceso a un sistema de posicionamiento por sat¨¦lite (gps) que proporciona la situaci¨®n con un error de cent¨ªmetros. Se trata de una visi¨®n del futuro que un grupo de la Universidad de Columbia, liderado por John Pavlik y Steven Steiner, est¨¢ tratando de llevar a la realidad, con 17 millones de pesetas anuales proporcionados por la Oficina de Investigaci¨®n Naval y la Iniciativa para la Teleinmersi¨®n, una organizaci¨®n que fomenta el uso de la tecnolog¨ªa. Funciona interactivamente y en el futuro una c¨¢mara en miniatura permitir¨¢ transmitir im¨¢genes a la base. Seg¨²n Pavlik, cuando se consiga miniaturizarla y bajar mucho su precio, la estaci¨®n de trabajo permitir¨¢ a los periodistas contactar con expertos y editores durante la elaboraci¨®n de la informaci¨®n, lo que aumentar¨¢ el rigor conseguido, y tambi¨¦n la comprar¨¢n los viajeros para manejarse por las ciudades.

Sin embargo, la Oficina de Investigaci¨®n Naval le tiene reservado un uso distinto, el de proporcionar informaci¨®n a los soldados en el campo de batalla. Larry Rosenblum, de los Laboratorios Navales, dice: "Queremos darle al marine un interfaz natural sin teclear un ordenador".