Pol¨ªticos en paro JOSEP TORRENT

Roberto Garc¨ªa Blanes ha pasado a engrosar la legi¨®n de tr¨¢nsfugas que en el mundo pol¨ªtico son. Ahora mismo, ser¨ªa f¨¢cil sacar la falsilla y rebanarle el cuello al ex diputado socialista con cuatro t¨®picos sobre transfuguismo, defecciones y violaciones de la voluntad popular sin que nadie, incluido el traidor protagonista de esta pen¨²ltima evasi¨®n partidista, osara protestar. Pero en esta felon¨ªa, como antes en la de Josep Gar¨¦s, se condensan la debilidad y la desdicha humana hasta convertirse en atenuantes de sus injustificables acciones. Gar¨¦s y Garc¨ªa Blanes, por las razones que fuere, eligieron la pol¨ªtica como profesi¨®n hace m¨¢s de veinte a?os sin considerar hasta qu¨¦ punto ese oficio es transitorio, voluble e inseguro. Ahora, cuando han ca¨ªdo en la cuenta de que de lo suyo no hay nada, descubren que ni el derecho al paro les protege, convirti¨¦ndose en carne de ca?¨®n del primer oportunista que pase. En su desamparo, que no en los sandios argumentos que esgrimen, est¨¢ la coartada de quienes despu¨¦s de tantos a?os se ven en la calle con una mano delante y otra detr¨¢s. Urge, pues, un acuerdo entre todos los partidos para que los pol¨ªticos, puesto que cotizan como cualquiera, tengan tambi¨¦n derecho al desempleo. S¨®lo as¨ª, los tr¨¢nsfugas -¨¦stos y los que vendr¨¢n- perder¨¢n el pa?uelo con el que esconden sus miserias y se evitar¨¢ que el ejercicio de la pol¨ªtica quede reservado a funcionarios, jubilados de lujo, o profesionales con el ri?¨®n cubierto. El PP, puesto que gobierna, deber¨ªa ser el primer interesado en solucionar esta cuesti¨®n. Su alegr¨ªa de hoy por el desastre socialista ser¨¢ su desgracia ma?ana. ?O es que han perdido la memoria?