Espa?a mantiene los controles en Gibraltar tras el tenue acercamiento entre Matutes y Cook

Espa?a y el Reino Unido optaron ayer por resituar el litigio de Gibraltar en los l¨ªmites de los conflictos de baja intensidad. Los ministros Abel Matutes y Robin Cook volvieron a colocar la contienda sobre el tapete del di¨¢logo. Pero no hubo avances espectaculares. Matutes asegur¨® que Espa?a mantendr¨¢ los controles en la verja, si bien procurar¨¢ no agravarlos, y Cook se comprometi¨® a que el Pe?¨®n cumpla las directivas europeas, de forma que abandone su condici¨®n de para¨ªso fiscal y emporio del narcotr¨¢fico. De la cita sali¨® al menos el compromiso de evitar una nueva escalada en los pr¨®ximos d¨ªas. En todo lo dem¨¢s, la pol¨¦mica pesquera o la discusi¨®n sobre la soberan¨ªa, las posiciones siguen completamente enfrentadas.

Abel Matutes y Robin Cook se reunieron antes de empezar el c¨®nclave de los ministros de Exteriores de la Uni¨®n Europea preparatorio de la cumbre del pr¨®ximo viernes. Cita simb¨®lica, por cuanto algunos de los elementos esenciales del litigio se refieren a la inobservancia de las directivas europeas en Gibraltar.Matutes no logr¨® su objetivo de que el Gobierno del Pe?¨®n devolviese la multa y las artes de pesca sustra¨ªdas al pesquero Pira?a cuando faenaba en aguas cercanas a la colonia. "La disputa pesquera est¨¢ zanjada", respondi¨® Cook, alegando que los pescadores espa?oles alcanzaron un acuerdo con el Ejecutivo de Peter Caruana; argumentando que son ellos algunos de los principales cr¨ªticos con el restablecimiento de los controles en la Verja, y ateni¨¦ndose a que las represalias al Pira?a dependen ahora de los tribunales. En consecuencia, el jefe de la diplomacia espa?ola asegur¨® que los controles en la verja seguir¨¢n: "No tengo dudas, los voy a mantener", zanj¨®.

Constatado el desacuerdo sobre el asunto que desencaden¨® el calentamiento del conflicto, s¨®lo quedaba una posibilidad. Enfriarlo dentro de ciertos l¨ªmites. La entente consisti¨® en que Espa?a se compromete a "no aplicar, en principio, nuevas medidas endurecedoras", por ejemplo sobre el control de los carn¨¦s de conducir de los gibraltare?os, aunque recordando su derecho a hacerlo en cualquier momento, lo que ser¨ªa preavisado a Londres. Y, en contrapartida -o si se quiere, a la inversa-, el Reino Unido asegura que har¨¢ todo lo posible para que se cumpla la legislaci¨®n comunitaria en Gibraltar "tan pronto como sea posible". "Nos comprometemos a ello", asegur¨® Cook ante la prensa.

El incumplimiento de las directivas europeas es lo que posibilita que el Pe?¨®n se haya convertido en un para¨ªso fiscal, una gran lavander¨ªa para blanquear dinero negro y un emporio del narcotr¨¢fico, a trav¨¦s de la actuaci¨®n de algunas de las 50.000 empresas domiciliadas en Gibraltar y que est¨¢n completamente fuera de control, seg¨²n reiteradas denuncias espa?olas.

Pero tampoco en c¨®mo manejar los detalles de esta pol¨¦mica jur¨ªdico-estrat¨¦gica se ha producido un gran acercamiento. Espa?a considera que el ordenamiento interno de Gibraltar no ha incorporado -mediante trasposici¨®n- 66 directivas normas europeas. Cook asegur¨®, en cambio, que eso ocurr¨ªa hace doce meses, y que se han producido "grandes avances" porque hoy s¨®lo son ocho las directivas no incorporadas. "No tenemos noticia documentada de eso, le he pedido un informe detallado sobre d¨®nde y cu¨¢ndo se han publicado [las directivas], porque tenemos serias dudas" de que se haya producido la transposici¨®n, respondi¨® Matutes. Y en todo caso, no se trata s¨®lo de que se incorporen, "sino de que se apliquen". Quedaron en volver a reunirse para dilucidar estos puntos.

El ministro brit¨¢nico puso en duda p¨²blicamente que las actividades ilegales del Pe?¨®n alcancen la enorme dimensi¨®n que denuncia su colega espa?ol. Le invit¨® a que "aporte pruebas, evidencias" de ello, y remiti¨® la soluci¨®n pr¨¢ctica a un encuentro tripartito Madrid-Londres-Gibraltar, algo que desagrada a la diplomacia espa?ola, que atribuye toda la responsabilidad de lo que sucede en la colonia a la metr¨®poli.

Para la representaci¨®n espa?ola, el encuentro se sald¨® favorablemente a Espa?a. "Estamos donde est¨¢bamos en el asunto de los controles, y hemos obtenido un compromiso de aplicar la legalidad europea", evaluaba un diplom¨¢tico muy cercano al ministro. ?Cu¨¢l es su alcance? "Sencillo, si vamos por la v¨ªa de la reclamaci¨®n a Bruselas y de recursos al Tribunal de Luxemburgo, tardar¨ªamos unos ocho a?os en lograr el imperio de la ley en el Pe?¨®n; ser¨¢ m¨¢s r¨¢pido si acudimos a la v¨ªa pr¨¢ctica y Londres cumple lo prometido", a?ad¨ªa. La delegaci¨®n brit¨¢nica aparec¨ªa satisfecha tras su defensa de que la soberan¨ªa reside en los llanitos y que nada puede hacerse "contra su voluntad democr¨¢tica". Algo que Madrid matiza: "La soberan¨ªa es una cuesti¨®n entre Estados". Aparte de esta cacofon¨ªa de argumentos, nada hubo sobre el contencioso de fondo.