"El ordenador no distancia, crea un "t¨² a t¨²" con los alumnos"
Ling¨¹ista, escritor y especialista en edici¨®n digital, Jos¨¦ Antonio Mill¨¢n, nacido en Madrid y residente en Barcelona, cuenta a sus 44 a?os con una larga lista de creaci¨®n de sistemas de ense?anza de idiomas a distancia por ordenador, adem¨¢s de haber organizado el centro virtual del Instituto Cervantes.Autor de varias publicaciones sobre la aplicaci¨®n de los ordenadores a las aulas, Mill¨¢n acaba de sacar al mercado el estudio De redes y saberes, cultura y educaci¨®n en las nuevas tecnolog¨ªas (Santillana), un an¨¢lisis sobre el impacto de las nuevas tecnolog¨ªas en las aulas. "Para que los profesores crean en lo que transmiten hay que darles una buena formaci¨®n. Si se sueltan los ordenadores sin formar a los docentes, los equipos acabar¨¢n polvorientos, y los profesores y alumnos, frustrados", afirma.
Pregunta. ?Est¨¢ sacando la escuela realmente provecho de los ordenadores?
Respuesta. Vivimos todav¨ªa un mal momento, lleno de tanteos y de ruido. Se trata de una etapa que parece brillante, pero que, en realidad, est¨¢ en una fase un poco tosca. Muchos de los equipos no ofrecen todav¨ªa el cien por cien de fiabilidad, los ordenadores se quedan colgados y los profesores se quejan no solamente de que necesitar¨ªan una mayor formaci¨®n, sino tambi¨¦n de falta de apoyo t¨¦cnico. Los docentes pierden tiempo con estos problemas que, a menudo, dejan las aulas inactivas.
P. Adem¨¢s de las cuestiones t¨¦cnicas, ?qu¨¦ otras deficiencias citar¨ªa?
R. Al profesor de secundaria y bachillerato le cuesta integrar las actividades de tipo inform¨¢tico en las asignaturas porque los horarios son r¨ªgidos. Si quieres hacer trabajos por ordenador en geograf¨ªa o f¨ªsica, por ejemplo, necesitas m¨¢s tiempo, y una hora de clase pasa r¨¢pido, es preciso disponer de tiempos m¨¢s largos. No se trata tanto de ense?ar a trav¨¦s del ordenador, sino de c¨®mo integrar las habilidades inform¨¢ticas en asignaturas habituales.
P. ?Qu¨¦ resultados est¨¢ dando esta pr¨¢ctica?
R. Uno encuentra que las materias se enriquecen y que los alumnos se sienten atra¨ªdos por el ordenador, que potencia sus habilidades futuras. La revoluci¨®n inform¨¢tica en las instituciones educativas no llegar¨¢ desde arriba, vendr¨¢ desde abajo o no llegar¨¢. Ya puedes mandar ordenadores a los centros, que si los profesores y los alumnos no los reciben bien no servir¨¢n para nada.
P. Parece que los alumnos son bastante receptivos a las nuevas tecnolog¨ªas.
R. No solamente eso, a veces los profesores se encuentran con que saben m¨¢s que ellos. El ordenador ha llegado ya a muchos hogares y muchos estudiantes est¨¢n muy preparados. El investigador en inteligencia artificial Roger Schank afirma que el ordenador es como un caballo de Troya, que esconde dentro muchas cosas, y los alumnos las aceptan.
P. ?Cu¨¢ntos ordenadores por aula ser¨ªan necesarios para alcanzar un nivel de calidad?
R. El ideal ser¨ªa uno por alumno, pero es dif¨ªcil conseguirlo. Yo exigir¨ªa, al menos, uno por cada dos alumnos, y eso significa que el centro estar¨ªa bien equipado. Catalu?a prev¨¦ para el a?o 2001 que todos los institutos y escuelas tengan un aula de ordenadores y est¨¦n conectadas a Internet; la inversi¨®n ser¨¢ de 7.700 millones de pesetas. En el territorio administrado por el ministerio y patrocinado por Telef¨®nica, 20.000 centros escolares p¨²blicos y privados conectar¨¢n a Internet, con la formaci¨®n de m¨¢s de seis millones de alumnos y 480 profesores.
P. En su libro, usted pone m¨¢s ¨¦nfasis en el conocimiento y la comunicaci¨®n que en la t¨¦cnica.
R. Una buena perspectiva del mundo en relaci¨®n con las nuevas tecnolog¨ªas es considerarlas como herramientas que ampl¨ªan y facilitan la capacidad de comunicaci¨®n entre el profesor y el alumno, y entre alumnos. Gracias al correo electr¨®nico, por ejemplo, puede haber comunicaci¨®n entre distintos grupos de estudiantes de distintas ciudades, y con inmediatez.
P. Se mantienen, no obstante, posturas en contra, como que el ordenador engancha a los escolares, no aporta nada nuevo a las ense?anzas, los programas muchas veces no cumplen lo que prometen...
R. Hay una conclusi¨®n muy clara. Probablemente no hay nada que un buen profesor pueda hacer con ordenador que no pudiera hacer tambi¨¦n sin ¨¦l. Pero, aunque no sea una herramienta imprescindible, s¨ª aporta una serie de facilidades que motivan al alumno y refuerzan la capacidad de transmisi¨®n del profesor. No es una panacea, pero tampoco es una chatarra.
P. Otra de las cr¨ªticas se basa en que el ordenador interfiere en las relaciones humanas, que provoca el aislamiento del alumno respecto del profesor.
R. Una cosa es soltar a los alumnos con un CD-ROM y otra el trabajo tutelado. ?ste lleva a la misma interacci¨®n que la clase tradicional y, a veces, la relaci¨®n es incluso m¨¢s din¨¢mica. El ordenador no distancia, crea un t¨² a t¨² con los alumnos, sobre todo, en la ense?anza de las lenguas, que es el ¨¢rea donde m¨¢s se ha notado esta revoluci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.