Blair anuncia reformas legales tras el informe que confirma la actuaci¨®n racista de la polic¨ªa

El Gobierno laborista anunci¨® ayer una profunda revisi¨®n de las leyes tras la publicaci¨®n de un extenso informe que acusa a la polic¨ªa metropolitana de Londres de racismo institucionalizado a ra¨ªz del caso del asesinato de Stephen Lawrence, un joven de 18 a?os de ascendencia jamaicana apu?alado en 1993 por matones blancos que hoy gozan de libertad. "Como naci¨®n, debemos admitir honestamente que en nuestra sociedad existe racismo. Es el momento de aprender, reflexionar y cambiar", declar¨® ayer el primer ministro Tony Blair.

Las declaraciones del primer ministro brit¨¢nico se produjeron en la sesi¨®n de la C¨¢mara de los Comunes que escuch¨® con pasmo las conclusiones de una investigaci¨®n oficial que expone crudamente los prejuicios de la polic¨ªa hacia las minor¨ªas ¨¦tnicas en un pa¨ªs que se precia de su democracia y derechos civiles. El informe, elaborado por el juez retirado sir William Macpherson, contiene 70 recomendaciones para desterrar de los organismos policiales los prejuicios raciales en una sociedad de casi 60 millones de habitantes, mayoritariamente blanca, pero con una importante presencia de negros y asi¨¢ticos.El documento contiene duras cr¨ªticas contra el cuerpo policial que dirige sir Paul Condon, que hasta anoche parec¨ªa dispuesto a resistir el embate de sus cr¨ªticos e ignorar las demandas de dimisi¨®n. Una de ellas parti¨® de Duwayne Brooks, que acompa?aba a Stephen Lawrence la noche del 22 de abril de 1993 y que fue testigo del ataque protagonizado por cinco j¨®venes blancos que iniciaron su ofensiva cerca de una parada de autob¨²s en el barrio de Eltham, en el sureste londinense, al grito de "What, what, nigger!" ["?Qu¨¦, qu¨¦, negro!", palabra ¨¦sta que en ingl¨¦s tiene caracter despectivo]. Le dieron una paliza y luego le asestaron varias pu?aladas antes de darse a la fuga. Brooks llam¨® a una ambulancia, pero fue demasiado tarde para salvar la vida de este estudiante.

El informe detalla escandalosa negligencia de los polic¨ªas asignados al caso. Doreen y Neville Lawrence, los padres de la v¨ªctima, acusaron a la polic¨ªa de haberse negado a prestar a su hijo primeros auxilios y de mantenerles marginados de los detalles de la investigaci¨®n, que, adem¨¢s, estuvo tan sesgada que no ha habido condenas por el asesinato. El impacto del caso Lawrence ha superado casi todas las previsiones. Analistas pol¨ªticos y jur¨ªdicos pronostican un cambio radical en el comportamiento de los servicios de seguridad, en los que solo existe un min¨²sculo porcentaje de polic¨ªas no blancos.

Reapertura de casos

Jack Straw, el ministro del Interior bajo cuya autoridad act¨²a la polic¨ªa brit¨¢nica -y que caus¨® un esc¨¢ndalo al tratar de evitar la difusi¨®n del informe-, anunci¨® una serie de medidas para intensificar las leyes que convierten el racismo en un delito. ?stas, por supuesto, incluyen acciones disciplinarias para agentes de la polic¨ªa, pero ser¨¢n extendidas a todas las ramas del Gobierno, especialmente a los funcionarios de la seguridad social y de inmigraci¨®n. Straw tambien orden¨® la reapertura de casos de asesinatos no resueltos en Londres y sent¨® las bases jur¨ªdicas para permitir que se reabran juicios en casos en los que se presenten nuevas pruebas. "Hubo s¨®lo un m¨®vil para este asesinato: Stephen era negro", declar¨® Straw.

El informe de Macpherson se?ala que la investigaci¨®n interna realizada en su momento para dilucidar el comportamiento de la polic¨ªa en el caso Lawrence "fue errada y es indefendible". Seg¨²n Straw, el asesinato de Lawrence ha dado a los blancos, que componen el 93 % de la poblaci¨®n del Reino Unido, un ejemplo de lo que es ser negro o asi¨¢tico en este pa¨ªs. "Hay algunas verdades inc¨®modas", admiti¨®, al tiempo que se?al¨® que el informe Macpherson ofrece una oportunidad para "un cambio irrevocable, no s¨®lo en los servicios p¨²blicos, sino en toda la naci¨®n".

Blair dijo que la publicaci¨®n del informe constitu¨ªa "un momento muy importante para el pa¨ªs". William Hague, el jefe de la oposici¨®n conservadora, dijo que "cualquier persona decente deber¨ªa sentirse avergonzada y disgustada" por el hecho de que la justicia no haya llegado a los asesinos de Lawrence. Las m¨¢ximas autoridades policiales insistieron en que no se puede juzgar a todos los agentes por las actitudes racistas de algunos y sugirieron la creaci¨®n de patrullas formadas por polic¨ªas asi¨¢ticos y negros.