Los conservadores brit¨¢nicos piden la dimisi¨®n del ministro de Interior
Son tiempos malos para Jack Straw, ministro de Interior del Gobierno de Tony Blair. Ayer, parlamentarios conservadores de la oposici¨®n pidieron airadamente su dimisi¨®n por la torpeza que ha demostrado en el manejo del caso de Stephen Lawrence, el adolescente negro asesinado hace seis a?os a manos de racistas blancos. Esa muerte ha colocado al Reino Unido frente a una realidad hasta ahora sutilmente camuflada: aquella de que en el reino hay racismo y que la polic¨ªa no es neutral ni eficiente.
Straw se hallaba ausente del pa¨ªs para enfrentarse a la ola de cr¨ªticas sobre el esc¨¢ndalo que ha provocado un desliz t¨¦cnico de la comisi¨®n investigadora encabezada por Sir William Macpherson. En las conclusiones se expusieron nombres y apellidos, direcciones y n¨²meros de tel¨¦fonos de, por lo menos, 40 personas que contribuyeron, con su testimonio, a formalizar la acusaci¨®n de racismo e ineptitud de los bobbies que trataron de ocultar un crimen cometido por cinco matones que apalearon y acuchillaron a Lawrence. El joven ten¨ªa 18 a?os cuando fue asaltado por un grupo de racistas blancos que le atacaron cerca de una estaci¨®n de autob¨²s en un suburbio de Londres, en 1993.El informe descubre a la gente que contribuy¨® a identificar a los matones, hoy libres. Su publicaci¨®n aterr¨® a los que se brindaron a proporcionar informaci¨®n a la polic¨ªa. "Tenemos miedo a las represalias de los racistas", admiti¨® una de las mujeres que vi¨® c¨®mo cinco j¨®venes blancos atacaron a Lawrence y que luego se lo cont¨® a la polic¨ªa con el compromiso de que no se diera su nombre. Muchos de los que contribuyeron a la investigaci¨®n que expone lo que Macpherson defini¨® como "racismo institucionalizado" en la polic¨ªa de Londres se sienten traicionados y asustados.
La v¨ªctima pol¨ªtica de este error podr¨ªa ser Straw, el ministro del Interior acusado de intentar acallar a la prensa en el caso Lawrence y de haber tendido indirectamente una celada contra Pinochet. Blair ha comprometido su apoyo a Straw y hasta anoche no hab¨ªa cambiado de actitud.
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