Soluciones en libertad

La direcci¨®n y los profesionales de la c¨¢rcel de Picassent preferir¨ªan que los ni?os, "por su bien", no entraran en el penal. Entonces, ?qu¨¦ ser¨ªa de ellos cuando encierran a sus madres? Algunos profesionales de la prisi¨®n apuestan por imitar el modelo de Catalu?a, que tiene transferidas las competencias penitenciarias. "All¨ª hay un mayor filtro, s¨®lo permiten que los peque?os entren a la c¨¢rcel cuando no hay otra posibilidad", defiende una de las profesionales que atiende a los ni?os. "Pero es que all¨ª disponen de una mayor infraestructura de servicios sociales para atenderlos". Reconoce que las madres no pierden la custodia al ser encarceladas, pero piden que se anteponga el bienestar del ni?o al de la madre. Otra alternativa, mucho m¨¢s complicada porque requiere cambios legislativos, es la que postula la gerencia del presidio. Reclama que las mujeres que est¨¢n en primer y segundo grado, y tengan hijos menores de tres a?os, puedan cumplir su condena en casas tuteladas, como sucede en la actualidad con las internas de tercer grado. "Cuando pedimos en los ochenta que las madres en tercer grado no entraran a la c¨¢rcel", alegan desde la direcci¨®n, "nos tachaban de locos, pero la reforma se aprob¨® y no ha habido ning¨²n problema".