Ibn al-Abbar: hombre y s¨ªmbolo

A pesar del olvido permanente del pasado ¨¢rabe del territorio valenciano, y concretamente de Ibn al-Abbar, nuestro autor se nos manifiesta desde una visi¨®n hist¨®rica como s¨ªmbolo combinador de unos hechos y cultura de trascendencia capital. El mundo ¨¢rabe, el musulm¨¢n en general, pero esencialmente el magreb¨ª son deudores, y as¨ª lo reconocen, de una emigraci¨®n andalus¨ª que marca los l¨ªmites y formas desde los que se ha generado la actual concepci¨®n art¨ªstica y cultural de una civilizaci¨®n din¨¢mica. Y el sabio valenciano es, sin duda, referente de esa cultura. Pero Ibn al-Abbar re¨²ne unas caracter¨ªsticas que nos permiten afirmar su especial relevancia y ejemplo de toda una civilizaci¨®n y periodo hist¨®rico. Por una parte nadie como ¨¦l vivi¨® el proceso de mutaci¨®n del territorio valenciano, desde el islamismo a la nueva y emergente civilizaci¨®n cristiana. Fue asesor principal de los dos ¨²ltimos reyezuelos valencianos: Zeit Abu Zeit y Abu Jumail Zayyan, abandonando al primero cuando ¨¦ste se convirti¨® al cristianismo y se hizo vasallo de Jaime I. Del segundo no s¨®lo fue el principal consejero sino tambi¨¦n quien en su nombre firmar¨ªa la rendici¨®n de Valencia a las tropas cristianas el 29 de septiembre de 1238. Su protagonismo pol¨ªtico sin embargo tendr¨ªa una vertiente literaria cuando dirigi¨® su poema (la k¨¢sida en sin) al emir de T¨²nez solicitando ayuda para la defensa de Valencia; poema considerado por algunso estudiosos como cumbre de l¨ªrica ¨¦pica. Y es que esencialmente Ibn al-Abbar fue un escritor. Autor de 45 libros, la mayor¨ªa perdidos, de poes¨ªa, narrativa, biograf¨ªa, historia, ensayo literario... gener¨® una obra importante, relevante, entre la ya de por s¨ª encomiable literatura del oriente ¨¢rabe espa?ol (Xarc al-Andalus). Sus poemas son uno de los mejores ejemplos de una l¨ªrica que inici¨® un nuevo concepto en la poes¨ªa ¨¢rabe, a¨²n vigente, que a su vez romp¨ªa con las ¨¢ridas composiciones del desierto para introducir elementos l¨²dicos y culturales m¨¢s ambiciosos. La nostalgia del exiliado ser¨¢, por otra parte, la consideraci¨®n m¨¢s destacable de la biograf¨ªa de nuestro hombre. El exilio, especialmente en el mundo art¨ªstico, ha sido considerado en ocasiones como la forma m¨¢s querida de vivir la patria. De manifestar el sentimiento por el lugar de origen. Efectivamente, ser¨ªa dif¨ªcil encontrar palabras m¨¢s efectivas e intensas sobre el sentimiento de patria en toda la producci¨®n valenciana en cualquier lengua y ¨¦poca que las escritas por Ibn al-Abbar. Pero no solamente la producci¨®n literaria, tambi¨¦n la actitud civil. La postura firme, a veces orgullosa e inconveniente, defendiendo origen y personas alejadas de su naci¨®n ante la prepotencia de quien se siente se?or en su tierra fue constante y declaraci¨®n formal de la estima y esperanza por unas ra¨ªces que nunca, probablemente, quiso considerar absolutamente perdidas. El 6 de enero de 1260 al-Mustansir, el califa de T¨²nez hijo del emir Abu Zakariyya que tan admirado hab¨ªa quedado con la k¨¢sida que le dirigiera, ordena la ejecuci¨®n de nuestro poeta y la quema de sus papeles y libros. Lanceado y quemado con sus escritos Ibn al-Abbar se manifiesta como uno de los valencianos m¨¢s decisivos de su ¨¦poca, que jam¨¢s olvid¨® su origen y jam¨¢s consider¨® irrecuperable su tierra, pero que la fragmentada historia que nos han contado apenas nos ha permitido redescubrirle ochocientos a?os despu¨¦s.

Jes¨²s Huguet es diputado del PSPV en las Cortes.