Se busca ¨®vulo de universitaria alta y muy inteligente
Los anuncios empezaron a salir la semana pasada en los peri¨®dicos de prestigiosos centros acad¨¦micos de Estados Unidos, como la Universidad de Stanford, el Instituto de Tecnolog¨ªa de Massachusetts o el Instituto de Tecnolog¨ªa de California. El anuncio dec¨ªa: "Se necesita una donante de ¨®vulos", y a?ad¨ªa: "Gran incentivo econ¨®mico".El anuncio lo ha puesto "una encantadora familia" que busca una mujer atl¨¦tica, de 1,75 de altura, que haya sacado m¨¢s de 1.400 en el examen de ingreso en la universidad y que no tenga ninguna enfermedad importante en su familia. Como contraprestaci¨®n recibir¨¢ 50.000 d¨®lares (7,3 millones de pesetas).
M¨¢s de 200 mujeres han respondido a la oferta, que incluye la mayor cantidad de dinero jam¨¢s ofrecida por un ¨®vulo. Darlene Pinkerton, quien junto a su marido, el abogado Thomas Pinkerton, puso los anuncios en nombre de una pareja est¨¦ril, dice que la mayor¨ªa de las mujeres que han respondido pertenec¨ªan a las universidades de la prestigiosa asociaci¨®n Ivy League, y que estaban empezando a recibir llamadas de mujeres procedentes de pa¨ªses tan lejanos como Finlandia y Nueva Zelanda.
Pero Pinkerton dice que cuando puso el mismo anuncio en octubre, sin mencionar la compensaci¨®n, s¨®lo obtuvo seis respuestas. La rica pareja que ofrece el dinero quiere permanecer en el anonimato. Se trata de gente "muy culta" y quieren que su hijo tambi¨¦n lo sea. Y como son altos, quieren un ni?o que tambi¨¦n lo sea."Hemos o¨ªdo que s¨®lo un 1% de la poblaci¨®n universitaria supera la altura de 1,75 y la calificaci¨®n de 1.400", afirma Pinkerton.
Producto de consumo
Lori Andrews, profesora de la Facultad de Derecho de Chicago-Kent, est¨¢ estupefacta por el nivel que est¨¢n alcanzando los pagos. "Creo que estamos pasando a considerar a los ni?os como productos de consumo", afirma.Mark Sauer, que dirige el programa de reproducci¨®n asistida en la Facultad de Medicina y Cirug¨ªa de la Universidad de Columbia en Nueva York, afirma que ha encontrado mujeres, tambi¨¦n de la Ivy League, que estaban dispuestas a realizar la donaci¨®n por diez veces menos, y por eso no entiende por qu¨¦ querr¨ªa una pareja pagar m¨¢s de siete millones. "S¨ª puedo entender los motivos de la donante. Es como si le tocara la loter¨ªa", dice. Pero Sauer se pregunta en qu¨¦ piensan los receptores del ¨®vulo cuando ofrecen una cantidad tan alta a una donante con caracter¨ªsticas tan concretas. "?Qu¨¦ libro de gen¨¦tica han consultado en el que se diga que pueden pedir un ni?o alto, listo y atl¨¦tico previo pago de 7.350.000 pesetas a la donante?".
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