El estanque
MIQUEL ALBEROLA A la muerte del caudillo hubo una generaci¨®n de j¨®venes que tom¨® las riendas del socialismo valenciano desplazando a la generaci¨®n anterior, a la que quiz¨¢ correspond¨ªa encauzar ese proyecto, y de la que a menudo despreci¨® su experiencia y hasta su inteligencia. El proceso de neutralizaci¨®n y esterilizaci¨®n de algunos de sus mayores est¨¢ en las entrel¨ªneas de las cr¨®nicas del momento y en lo que no est¨¢ escrito, y corresponde a los historiadores del pr¨®ximo siglo. La mayor¨ªa de estos muchachos apenas sobrepasaba los veinte a?os cuando empez¨® a ir en coche oficial. Crecieron jugando con cosas muy serias, en las que no siempre pudieron dar la talla, como puede que fuera el caso del Estatuto de Autonom¨ªa, aunque diluyeron las meteduras de pata en notables aciertos propios de una ¨¦poca de tabla rasa en la que estaba todo por hacer. Muchos de ellos sacrificaron vocaciones al margen de la pol¨ªtica y confundieron su vida con la Administraci¨®n, donde se les hizo el pelo blanco sin permitir que otra generaci¨®n, la que ten¨ªan detr¨¢s, se incorporara a lugares destacados del partido. Cuatro a?os despu¨¦s de la tunda recibida en las urnas, y pese a las vacilantes tentativas de renovaci¨®n, algunos de estos tipos contin¨²an con las u?as clavadas en el terrapl¨¦n, obstaculizando el acceso a otra generaci¨®n m¨¢s, que ya deber¨ªa estar en la brecha, en tanto que los ping¨¹es fil¨®sofos del asunto contin¨²an chapoteando en la placidez del estanque de Narciso, consignando sesudas rimas sobre conclusiones cuyo esp¨ªritu ya est¨¢ publicado en los a?os ochenta con dinero p¨²blico. Mientras en el estanque, que es la dimensi¨®n edulcorante del terrapl¨¦n, se profundiza en la introspecci¨®n y en la ignorancia al adversario, sobre el territorio hay una nueva clase empresarial surgida de las contratas adjudicadas por la Administraci¨®n, un nuevo tejido medi¨¢tico propenso al tinglado y, sobre todo, una nueva derecha con un proyecto de gui?os a la globalizaci¨®n, que est¨¢ haciendo la renovaci¨®n desde el poder y que incluso ha definido las figuras que en el futuro deber¨¢n de dirigir el partido. Con mensajes que pudieron ser patrimonio de una izquierda que ahora flota atrapada en el espejo, esperando volver alg¨²n d¨ªa a ocupar el mismo sill¨®n que dej¨®.
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