Herejes en el A?o Santo

, Por lo que se ve, ni la Xunta ni el arzobispado de Santiago sab¨ªan muy bien qui¨¦n era Sinead O"Connor. Al presentar en el Parlamento el programa oficial del Xacobeo 99, el consejero de Cultura de la Xunta, Jes¨²s P¨¦rez Varela, se refiri¨® a la cantante irlandesa como O"Conno, por lo que tuvo que soportar la rechifla de la oposici¨®n, que le correg¨ªa a voces desde sus esca?os: "Sinead, Sinead...". El arzobispo compostelano, Juli¨¢n Barrio, se qued¨® perplejo al saber por los periodistas que la tal O"Connor, nativa de uno los baluartes cat¨®licos de Occidente, rompi¨® en p¨²blico hace a?os una foto del Papa. Debido a la imprevisi¨®n, el Gobierno de Manuel Fraga, que tiene una consejer¨ªa de Familia y hace profesi¨®n de fe cristiana, ha tenido que soportar las embarazosas cr¨ªticas de la Iglesia por incluir a una cantante hereje entre los actos de un A?o Santo.En octubre de 1992, Sinead O"Connor estaba en la cresta de la ola despu¨¦s de haber triunfado en las listas de ¨¦xitos de todo el mundo con Nothing compares to you, una versi¨®n de un tema compuesto por su amigo Prince, otro personaje poco temeroso de Dios. Con la fama, la chica sac¨® su vena contestataria: se rap¨® el pelo al cero y durante una entrevista en uno de los programas m¨¢s vistos de la televisi¨®n estadounidense, el Saturday Night Live, de la cadena NBC, rompi¨® una foto de Juan Pablo II para protestar por sus reiterados anatemas contra el aborto y el uso de anticonceptivos. La imagen fue repetida en las televisiones de todo el mundo, pero han pasado seis a?os, la fama de la cantante calva se ha oscurecido un tanto y los programadores culturales del Xacobeo no repararon en su conflictivo pasado. O"Connor fue contratada para un concierto en la playa de Santa Cristina de A Coru?a, el pr¨®ximo 31 de agosto, junto a su paisano Van Morrison, el brit¨¢nico Mike Oldfield y el grupo de folk gallego Luar na Lubre.

Ahora, el Gobierno de Manuel Fraga se ha topado con la Iglesia. Enterado de las ideas y actitudes p¨²blicas de la cantante irlandesa, el arzobispo Juli¨¢n Barrio, un hombre habitualmente comedido, no lleg¨® a pedir que se suspendiese el concierto, pero dej¨® clara su protesta: "No me resulta muy agradable y estoy muy preocupado", se quej¨®. "Mi cometido es subrayar el contenido espiritual del A?o Santo".

La Iglesia ha aprovechado el incidente para censurar, una vez m¨¢s, que una festividad religiosa se convierta en un pretexto para organizar los m¨¢s variopintos saraos laicos, que, en su opini¨®n, oscurecen la dimensi¨®n espiritual del acontecimiento. En el anterior A?o Santo de 1993 -la efem¨¦rides se celebra cada vez que el d¨ªa de Santiago Ap¨®stol cae en domingo-, ya el entonces arzobispo compostelano y ahora flamante presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio Mar¨ªa Rouco, lo expres¨® con una frase muy gr¨¢fica: "Esto no se puede convertir en una romer¨ªa".

A ra¨ªz de las protestas por la actuaci¨®n de O"Connor, de nuevo la Iglesia se ha permitido recordar que una cosa es el A?o Santo, una conmemoraci¨®n instaurada en la Edad Media por el Vaticano para conceder indulgencias plenarias a los que peregrinasen a Santiago, y otra muy distinta el Xacobeo, que organiza la Xunta y que, seg¨²n la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica, "no es leg¨ªtimo llamar A?o Santo". Hace unos meses, P¨¦rez Varela ya hab¨ªa conseguido irritar a la Iglesia al proclamar a los cuatro vientos que Fraga acudir¨ªa al Vaticano para invitar al Papa a visitar Santiago durante el Xacobeo. "El ¨²nico que puede invitar a Su Santidad es el arzobispo", replic¨® la curia.

El Xacobeo es un programa tur¨ªstico-cultural en el que el Gobierno de Manuel Fraga se va a gastar m¨¢s de 5.000 millones. Adem¨¢s de O"Connor, actuar¨¢n otros personajes tan poco recomendables desde un punto de vista cat¨®lico como sus sat¨¢nicas majestades los Rolling Stones, el conocido bisexual Elton John (considerado "poco conveniente" por un portavoz del arzobispado) y el grupo estadounidense REM, que populariz¨® una canci¨®n titulada Perdiendo mi religi¨®n. Pero tambi¨¦n, recuerda la Xunta, se van a invertir 2.300 millones de pesetas en la restauraci¨®n de edificios religiosos, por lo que, seg¨²n P¨¦rez Varela, "la Iglesia tiene que estar contenta".