El jard¨ªn de las Hesp¨¦rides
Joan Fuster denunciaba en El Pa¨ªs Valenciano el equ¨ªvoco que divulgamos los valencianos: "Existe una espesa tradici¨®n de elogio y de admirado aspaviento, un milenario -s¨ª: milenario- acarreo de piropos y ponderaciones que, en su forma m¨¢s trivial, reduce nuestra geograf¨ªa a aquello de Valencia, jard¨ªn de flores...". No hace falta decir que, en los ¨²ltimos a?os, esta tendencia se ha incrementado: ya no se trata de ser "un jard¨ªn de flores", sino de ser definitivamente los "mejores", de tener el "mejor oceanogr¨¢fico del mundo", una ciudad de la ciencia que ser¨¢ "la envidia del mundo entero", y los palacios "m¨¢s grandes del mundo". Los valencianos somos los mejores, the top of the world, y ello se manifiesta "inequ¨ªvocamente" en que producimos el mejor arroz y las mejores clementinas, y lo anunciamos en televisi¨®n sazonados de orgullo. En definitiva, estamos convencidos de que nuestra geograf¨ªa (la geograf¨ªa que entreve un valenciano aut¨¦ntico: del T¨²ria al X¨²quer) atesora el Jard¨ªn de las Hesp¨¦rides, y si bien algunos estudiosos lo situaban al pie del monte Atlas, para nosotros resulta indudable que se emplazaba en la Muntanyeta dels Sants, donde convergen el cultivo del arroz con el de los c¨ªtricos. ?No era Enrique Larreta quien escrib¨ªa que la naranja hab¨ªa sido la fruta del para¨ªso? Perfectamente pod¨ªan ser ¨¦stas "las manzanas de oro" que vigilaban las Hesp¨¦rides, las "Ninfas del Ocaso". S¨®lo as¨ª, por su car¨¢cter m¨¢gico y aparentemente inagotable, se explica el maltrato que dan los valencianos a sus "jardines de flores". La destrucci¨®n patrocinada por el Ayuntamiento de Valencia en la pista de Ademuz (alrededor de ese Palacio de Congresos) es digna de aparecer en Apocalipsis now. Nunca la especulaci¨®n hab¨ªa alcanzado un nivel tan alto de desfachatez. Durante a?os Valencia hab¨ªa marginado esa zona de la ciudad, pero tras la construcci¨®n del Palacio han llenado la pista de Ademuz de adelfas, palmeras y ?ay! de naranjos. Adem¨¢s de las famosas rotondas, claro. Todas las constructoras anuncian sus futuros proyectos con reclamos al estilo valenciano (?somos los mejores!), y todos los edificios convergen en el cristal y en el dise?o "moderno", que en esta ciudad es sin¨®nimo de feo. Dentro de tres o cuatro a?os, en aquellos campos anexos a Beniferri, donde hasta hace unos d¨ªas a¨²n se pod¨ªa ver un macho pasando "la tauladora", se alzar¨¢ con reflejos de napalm la obra fara¨®nica de la derecha valenciana, y su preclaro concepto de lo que es un jard¨ªn. Y a los hechos me remito. La semana pasada se present¨® la maqueta del hotel que se construir¨¢ en el terreno de los jesuitas, que llevar¨¢ el significativo nombre (?quien hubiera encontrado uno mejor?) de Grand Hotel Crystal Palace. Y, como anuncia el nombre, ser¨¢ un hotel-palacio (?m¨¢s palacios!) totalmente acristalado "para aprovechar la luz de la ciudad y la cercan¨ªa del Jard¨ªn del Turia". Curiosamente, los constructores aclaran que "aprovechar¨¢n" el Jard¨ªn del Turia, y no el Jard¨ªn Bot¨¢nico colindante. ?En cambio, junto al Jard¨ªn Bot¨¢nico el Ayuntamiento de Valencia tiene previsto realizar un jard¨ªn "de colecci¨®n", que -?ah! ?inaudito!- se denominar¨¢ el "Jard¨ªn de las Hesp¨¦rides"! Jorge Luis Borges deber¨ªa haber visitado nuestra tierra para proveer su colecci¨®n de iniquidades y ampliar su libro Historia universal de la infamia. Porque s¨®lo de infamia (y de falta de sentido com¨²n) se puede calificar el hecho de realizar, al lado de nuestro Jard¨ªn Bot¨¢nico, un jard¨ªn de "colecci¨®n", que ser¨¢ tan rid¨ªculo, tan vano, tan absurdo como su nombre. Y as¨ª, mientras el Ayuntamiento malgasta el dinero de los contribuyentes construyendo "palacios" y "jardines" inveros¨ªmiles, los verdaderos palacios del Barri Antic, se desploman ante la indiferencia e incuria de nuestros gobernantes. Por no hablar, de las pocas alquerias g¨®ticas y barrocas que quedan en la huerta. Son cosas incomprensibles, y que tan s¨®lo se explican por ese milenario -s¨ª: milenario- acarreo de trivialidad que caracteriza a los valencianos.
Mart¨ª Dom¨ªnguez es escritor.
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