"He odiado a mi padre adoptivo, Hassan II"
El invierno ha roto el silencio de la familia Ufkir. La reciente aparici¨®n en Par¨ªs de dos libros dedicados a uno de los episodios m¨¢s oscuros de la historia de Marruecos ha permitido conocer el testimonio de una familia que pas¨® 20 a?os en la c¨¢rcel sin saber por qu¨¦: la historia de una mujer y sus seis hijos encarcelados sin juicio despu¨¦s de que su marido, el general Ufkir, entonces ministro del Interior, encabezara un golpe contra Hassan II. El primero de los libros, La Prisionni¨¨re, ediciones Grasset, escrito en primera persona por la hija mayor del general Ufkir, Malika, de 45 a?os, es un documento ¨ªntimo que relata el calvario de la c¨¢rcel, pero se centra sobre todo en la ambig¨¹edad entre sus dos padres, el biol¨®gico, Mohamed Ufkir y el adoptivo, el rey Hassan II, que la cri¨® como un padre hasta los 16 a?os. El segundo documento, Ufkir, un destino marroqu¨ª, de Stephen Smith, ediciones Calmann-L¨¦vy, recoge los testimonios de la madre, F¨¢tima, y los hermanos Malika, Myriam y Rauf, el primer hijo var¨®n, que acaba de cumplir 41 a?os. Malika y Rauf recibieron a EL PA?S en Par¨ªs.Pregunta. ?Cu¨¢l ha sido la reacci¨®n oficial de Marruecos ante estos dos libros? Rauf. La prensa oficial ha declarado que es un ataque contra Marruecos, pero nosotros somos los primeros defensores de Marruecos. No queremos que nuestro testimonio, que es un testimonio que debe inscribirse en la historia de Marruecos para que no vuelva a suceder nunca m¨¢s, se confunda con otra cosa. Nuestra posici¨®n no es antimarroqu¨ª, sino que lo que deseamos es que Marruecos entre en una ¨¦poca de transparencia y que el pasado no sea un impedimento. Estamos orgullosos de ser marroqu¨ªes. Desde la independencia se ha intentado ocultar la historia real de Marruecos. Es la primera vez que se escribe este periodo de la historia de nuestro pa¨ªs.
P. ?Por qu¨¦ el rey Hassan II se ha ensa?ado hasta ese punto con la familia Ufkir? Malika. No lo s¨¦. Es una pregunta sin respuesta. Cuando est¨¢s en una celda, lo primero que te preguntas es por qu¨¦ est¨¢s ah¨ª. Y para poder soportarlo tiendes a culpabilizarte, prefieres tener una forma de identidad a no tener nada. Pero, ?por qu¨¦ ese empe?o en destruir un nombre a trav¨¦s de unos ni?os? Creo que es una debilidad indigna de un rey del que se esperan, sobre todo, sentimientos elevados, una sensibilidad, incluso una forma de compasi¨®n que no supo tener y me pregunto si hoy d¨ªa no debe arrepentirse. Es una pena para la historia de Marruecos.
P. Usted fue educada por el rey Hassan durante 11 a?os. ?C¨®mo era el rey con usted? Malika. Era un padre muy presente en nuestra educaci¨®n, severo cuando ten¨ªa que serlo, pero en realidad era como cualquier padre, a veces afectuoso, bastante accesible, nunca tuve problemas con ¨¦l y s¨¦ que en el fondo me quer¨ªa.
P. ?Han vuelto a verle tras la liberaci¨®n? ?Se ha puesto en contacto con ustedes? Malika. No, nunca.
P. ?Cu¨¢les son ahora sus sentimientos hacia ¨¦l?
Malika. Escribir este libro me ha liberado de una enorme carga, de la ambig¨¹edad entre esos dos padres, mi verdadero padre y mi padre adoptivo. Guardo s¨®lo los buenos momentos [de Hassan]. Fue alguien que marc¨® mi infancia y la infancia es la ¨¦poca en la que se define el car¨¢cter. No le odio, le he odiado, ha habido muchos momentos de rabia, sobre todo al ver a mis hermanos sufrir y arrastrar las secuelas de la c¨¢rcel.
P. En el libro, usted habla con mucho cari?o de su otro padre, el general Ufkir, a pesar de que s¨®lo vivi¨® con ¨¦l durante dos a?os. Sin embargo, ten¨ªa fama de ser un hombre sanguinario y cruel.
Malika. Yo le ve¨ªa ¨²nicamente cuando ven¨ªa de visita al palacio y no tuve la oportunidad de conocerle por dentro hasta que cumpl¨ª 17 a?os, y en esa ¨¦poca ten¨ªa tal necesidad de libertad que la relaci¨®n que tuve con ¨¦l fue una relaci¨®n de ni?a. Conmigo fue un hombre sensible e inteligente que era consciente de que la rigidez no era la mejor manera para tratarme e intent¨® acercarse a mi forma de ser.
P. Entre 1972 y 1991 ustedes estuvieron en tres c¨¢rceles diferentes. La m¨¢s dura fue la de Birjdid, donde permanecieron 10a?os en condiciones dur¨ªsimas. ?C¨®mo pudieron sobrevivir a semejante calvario?
Malika. Creo que en esas condiciones uno resiste por los dem¨¢s. Era un combate y en ese combate lo que se da a los dem¨¢s son pruebas de amor. Si yo resisto, si estoy ah¨ª, si sufro en silencio, lo hago por ti. Este sentimiento de uni¨®n, de solidaridad entre nosotros fue horrible, pero al mismo tiempo muy bonito. Fue como una historia de amor.
P. ?Todav¨ªa hoy sienten miedo?
Malika. S¨ª, el miedo es irracional, he vivido mucho tiempo con ese sentimiento. Ahora me sucede menos porque ya he hablado en otras entrevistas, pero al principio ten¨ªa mucho miedo de hablar. Durante este ¨²ltimo a?o he vuelto a sufrir el mismo martirio, el hecho de tener que volver a revivir todo aquello para poder escribir el libro me ha obligado a recordar. Estaba viva, sin vivir realmente. Segu¨ªa todav¨ªa en mi celda. Me quedaba encerrada en casa. Ten¨ªa todos esos peque?os reflejos del miedo de la c¨¢rcel. Ahora creo que existo porque finalmente se me reconoce todo este sufrimiento.
P. En 1987, ustedes dos, junto con Mar¨ªa y Abdellatif, dos hermanos menores, logran escaparse y consiguen hacer llegar un mensaje a RFI (Radio France International) que desencadenar¨¢ la alerta internacional. A partir de entonces las condiciones de su encarcelamiento mejoran, aunque no ser¨¢n liberados hasta 1991 y no se les permitir¨¢ dejar el pa¨ªs hasta 1996. ?Qu¨¦ hubiera pasado si no hubieran logrado escaparse?
Rauf. Estar¨ªamos muertos, as¨ª de simple. Nos hubieran dejado morir lentamente.
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