La libertad del m¨¢s fuerte

Acabamos de conocer por las noticias econ¨®micas que el PIB de Estados Unidos ha crecido un 6% el ¨²ltimo trimestre pasado. Esto significa, ni m¨¢s ni menos, que, mientras el resto del planeta se est¨¢ empobreciendo con la crisis derivada de la globalizaci¨®n (vemos que Jap¨®n no sale de su postraci¨®n, que Asia no levanta cabeza, que ?frica es un pozo de miseria que cada vez se hunde m¨¢s, que Am¨¦rica Latina se ha sumido en una dur¨ªsima crisis de alcance desconocido, que Europa est¨¢ comenzando a entrar en una clara ralentizaci¨®n que derivar¨¢ en crisis), los Estados Unidos se est¨¢n enriqueciendo paralelamente.Pero hay una explicaci¨®n a esto. Hace 50 a?os, Georges Roux dijo que "la libertad, cuando es excesiva, es s¨®lo una prima concedida a los m¨¢s fuertes, con frecuencia a los menos escrupulosos y siempre a los que disponen de grandes recursos econ¨®micos". Este juicio ha sido contrastado repetidamente a escala de un pa¨ªs (por ejemplo, en Estados Unidos y el Reino Unido, donde la libertad a cualquier escala -empresarial, econ¨®mica, social- es tan extrema que se les puede calificar de paradigmas del liberalismo, se ha producido el fen¨®meno de que, durante los ¨²ltimos veinte a?os, se ha concentrado la riqueza en manos de un peque?o porcentaje de gente ya muy rica, empobreci¨¦ndose relativamente la mitad de la poblaci¨®n menos favorecida).

Pero parece que este fen¨®meno est¨¢ empezando a producirse a escala planetaria en un mercado globalizado y, por tanto, libre. El pa¨ªs m¨¢s fuerte, Estados Unidos, est¨¢ creciendo lo que est¨¢n depauper¨¢ndose todos los dem¨¢s. Hacia all¨ª huyen los capitales de todas las dem¨¢s naciones, en busca de refugio y rentabilidad segura, creando globos de dinero tan colosales que hasta recalientan la Bolsa de aquel pa¨ªs. Lo dicho. No extra?a que Estados Unidos amenace a cualquier pa¨ªs que ponga trabas a la globalizaci¨®n. Le va en ello que le "fluya" el dinero de los dem¨¢s. Y en Europa no hay que enga?arse: globalizar significa, hoy por hoy, empobrecerse para enriquecer a Estados Unidos. Es el sino de todos los liberalismos. S¨®lo los defienden a ultranza los muy ricos.-