La guerrilla como "ej¨¦rcito invisible"
"Un ej¨¦rcito invisible se extendi¨® sobre casi toda Espa?a como una red de la cual no se escapaba ning¨²n soldado franc¨¦s que se alejara un momento de su columna o de su guarnici¨®n. Sin uniforme y en apariencia sin armas, los guerrilleros escapaban f¨¢cilmente a las columnas que los persegu¨ªan, y muchas veces las tropas que iban a combatirles pasaban por medio de ellos sin saberlo". Este testimonio del conde franc¨¦s Miot de M¨¦lito, recogido en La Espa?a de Fernando VII, resume el decisivo papel de la guerrilla en la lucha por la independencia.Guerrilla es una de las pocas palabras espa?olas que se ha incorporado al lenguaje universal y, seg¨²n Miguel Artola, "a la doctrina internacional". Surgidas tras el desmembramiento del Ej¨¦rcito regular por la invasi¨®n napole¨®nica, cuadrillas y partidas que hostigaban a los imperiales nacieron de modo espont¨¢neo, pero su organizaci¨®n estuvo muy calculada. "La doctrina de la guerra de guerrillas", sostiene Artola, "estuvo publicada en el equivalente del BOE de la ¨¦poca. Espa?a no perdi¨® la posibilidad de combatir porque los soldados y oficiales que salieron derrotados de las grandes batallas no se marcharon a casa, sino que se echaron al monte". Atenta a la pujanza de las guerrillas, la Junta Central, que resist¨ªa a los franceses, publica el 28 de diciembre de 1808 el reglamento de partidas y cuadrillas, completado el 17 de abril del a?o siguiente con un decreto destinado a organizar el llamado "corso terrestre". Escondidos y confundidos entre una poblaci¨®n que les prest¨® apoyo y dirigidos por jefes militares que conoc¨ªan el terreno palmo a palmo, los guerrilleros se convirtieron en un aut¨¦ntico tormento para los invasores y en una de las causas de la expulsi¨®n de las tropas napole¨®nicas de la Pen¨ªnsula.
"Los jefes guerrilleros", explica Artola, "recibieron empleos militares seg¨²n su val¨ªa y el n¨²mero de hombres que mandaban. Esta circunstancia contribuy¨® a socializar y democratizar una oficialidad que en el Ej¨¦rcito del Antiguo R¨¦gimen s¨®lo resultaba accesible para una minor¨ªa aristocr¨¢tica. Dentro de sus principios de igualdad, las Cortes de C¨¢diz abrieron las academias militares a todos los ciudadanos. As¨ª, el hijo de un carretero como Espartero, por ejemplo, lleg¨® a ser general".
Babelia
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