El debate de las plantas transg¨¦nicas
El debate internacional sobre la utilizaci¨®n de cultivos transg¨¦nicos se ha enrarecido en las ¨²ltimas semanas por motivos al margen de las cuestiones meramente cient¨ªficas. En esta ocasi¨®n la discusi¨®n se suscit¨® en el Reino Unido, con la divulgaci¨®n de resultados no publicados procedentes del laboratorio del Dr. Pusztai, y por la revisi¨®n que de sus resultados se ha hecho posteriormente. La escalada de argumentos pol¨ªticos y econ¨®micos ha llevado a una sociedad como la brit¨¢nica, que se est¨¢ recuperando del problema de las vacas locas, y al resto de los pa¨ªses de su entorno a una situaci¨®n de manipulaci¨®n informativa que desvirt¨²a la utilidad del debate. En toda esta discusi¨®n se echa en falta el rigor cient¨ªfico que deber¨ªa al menos formar parte de la informaci¨®n preliminar sobre la que se discute. Si en algo se diferencia una planta transg¨¦nica de una planta obtenida por m¨¦todos convencionales de mejora gen¨¦tica es en la magnitud de la informaci¨®n que existe sobre la primera y en los controles y ex¨¢menes que ha de pasar hasta que llega al mercado. Por ello, es una manipulaci¨®n de la informaci¨®n proponer que los alimentos transg¨¦nicos son da?inos por el hecho de que unos experimentos no contrastados en los que se alimentan ratas con patatas transg¨¦nicas no desarrolladas para el consumo humano, ¨¦stas muestren alteraciones en su crecimiento. La conclusi¨®n es equivalente a proponer que los f¨¢rmacos no son buenos porque una gran mayor¨ªa de los compuestos activos que entran en el proceso de desarrollo de un f¨¢rmaco no llegan a salir al mercado al no pasar los controles de calidad exigidos.La ingenier¨ªa gen¨¦tica, como nueva tecnolog¨ªa que promete acelerar los procesos de mejora gen¨¦tica de cultivos y cambiar de forma significativa los expositores de los supermercados, levanta dudas y m¨²ltiples cuestiones en el consumidor y el ciudadano al mismo tiempo que genera enormes intereses econ¨®micos. Tanto los beneficios de los nuevos cultivos y alimentos para las empresas, los productores, los distribuidores y los consumidores como sus posibles riesgos para la salud y el medio ambiente deben ser analizados cuidadosamente, a fondo y de forma transparente. S¨®lo la disponibilidad de esta informaci¨®n permitir¨¢ la toma de decisiones por parte de los consumidores al margen del miedo que provoca la manipulaci¨®n de la informaci¨®n. Por supuesto, est¨¢ la cuesti¨®n, pocas veces debatida, de qu¨¦ beneficios reportan los alimentos transg¨¦nicos para el consumidor. La mayor parte de las ventajas obtenidas hasta el momento est¨¢n dirigidas al productor que est¨¢ observando un aumento en la productividad con un menor coste en insecticidas y herbicidas. Sin embargo, estas ventajas no son percibidas por el consumidor dado que no se han traducido en una reducci¨®n de los precios en el mercado.
Cabe preguntarse por qu¨¦ este debate no se ha planteado con las nuevas generaciones de f¨¢rmacos producidos tambi¨¦n mediante ingenier¨ªa gen¨¦tica, sector en el que hay tambi¨¦n grandes intereses econ¨®micos. Sin embargo, el flujo de informaci¨®n es probablemente mayor, existe m¨¢s confianza en los distribuidores (m¨¦dicos y farmac¨¦uticos) y la utilidad del producto est¨¢ muy clara para el consumidor. En el sector de los alimentos transg¨¦nicos productores y distribuidores han de ganarse todav¨ªa la confianza del consumidor y demostrar la utilidad y las ventajas de los productos que ofrecen. Las plantas transg¨¦nicas ofrecen unas enormes posibilidades como demuestra el ¨¦xito de los primeros cultivos.
Como cient¨ªficos debemos exigir que el debate y la informaci¨®n se mantengan en los m¨¢ximos requerimientos de rigor y que las decisiones pol¨ªticas se atengan a estos resultados y no a fluctuaciones moment¨¢neas de la opini¨®n. Debemos tambi¨¦n recordar la necesidad de promover que se realicen las investigaciones necesarias para esclarecer cualquier aspecto controvertido.
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