En sesi¨®n continua
JULIO SEOANE Actos, actos, se necesitan actos, gritan los responsables de educaci¨®n cuando inauguran sus cargos, como si fueran viejos personajes de novelas fant¨¢sticas. En esta ocasi¨®n, convierten la selectividad universitaria en un acto repetitivo, en algo que nunca acaba y que siempre puede volver a comenzar. Cualquier ciudadano deber¨ªa tener derecho a matricularse en la Universidad, aunque no todos querr¨ªan soportar las exigencias del estudio. Pero actuamos al rev¨¦s, ponemos trabas para entrar y despu¨¦s todos llegan al final, salvo los que se mueren de aburrimiento por el camino o los que se disuelven en la mediocridad del sistema. Mientras tanto, la nueva pol¨ªtica universitaria consiste en fomentar la movilidad de estudiantes y profesores con objeto de modernizar la instituci¨®n, seg¨²n afirman sus responsables. Y todo por doscientas pesetas, como el optimista del sorteo. La movilidad del profesorado se limita a la reproducci¨®n, puesto que el resto de su actividad est¨¢ controlada por las redes endog¨¢micas de la autonom¨ªa. En cuanto a la movilidad del estudiante, digamos m¨¢s bien que se ven obligados a navegar por las Facultades, entrando y saliendo continuamente de las aulas, de las matr¨ªculas, de los ex¨¢menes, de las titulaciones, de los masters y de las ocupaciones diversas, y todo esto al margen de las clases diarias, la tarea m¨¢s en decadencia. La ¨²ltima vez que vi a mis alumnos de psicolog¨ªa estaban sufriendo una encuesta a la hora de clase, realizada por una persona ajena a la docencia que interrump¨ªa sin mayor problema la actividad acad¨¦mica. Pero existen profesores que todav¨ªa buscan a trav¨¦s de las aulas a grupos de alumnos que no aparecen. Y el Ministerio, sin embargo, pretende movilizar a¨²n m¨¢s a estudiantes y profesores. Cometen un peque?o error de perspectiva, es la instituci¨®n la que necesita una mayor movilidad, no los individuos que la componen. La ¨²ltima moda consiste en confiar en las bajas tasas de la natalidad actual como soluci¨®n a los problemas de la Universidad, menos masificada y problem¨¢tica en el futuro. Cuando fracasa la selectividad universitaria, se recurre de nuevo al horror de la selecci¨®n natural. Pero lo que desciende as¨ª es el estudiante t¨ªpico, el joven, el que hace una sola carrera, dedicado exclusivamente al estudio y que pretende terminar para dedicarse a una actividad profesional. Efectivamente, un tipo que ya casi est¨¢ obsoleto. El nuevo estudiante, el que aumentar¨¢ en progresi¨®n geom¨¦trica, es mayor de 25 a?os, estudia en varios contextos al mismo tiempo, adem¨¢s trabaja, y no pretende terminar sino estar conectado permanentemente a las nuevas redes de conocimiento. Y aunque no se dice, se sabe y por eso crecen las universidades, las facultades, las nuevas titulaciones, los parques cient¨ªficos y dem¨¢s ferias de la ense?anza. Tienen futuro, aunque incierto y sin planificar. Si el PSOE demostr¨® que se puede empeorar un sistema educativo que ya era malo, el PP se lanza al v¨¦rtigo de las acciones carentes de plan. La selectividad universitaria se convierte ahora en una sesi¨®n continua donde se puede repetir, al menos en teor¨ªa, a lo largo de toda nuestra vida en busca de la perfecci¨®n y de los estudios de moda.
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