Desbancar al casino

Presos de la exhibici¨®n, de los coches de lujo y de un tren de vida insultante, los nuevos traficantes de hach¨ªs han convertido el Gran Casino de Ceuta en su segunda vivienda. All¨ª compiten sobre el tapete del black jack y en ocasiones se unen para intentar desbancar a la casa en la ruleta. "El encargado de la sala suda tinta cuando aparecen y juegan unidos salt¨¢ndose todas las reglas", relata uno de los empleados. El Pesetas, uno de los traficantes m¨¢s conocidos, fue obligado recientemente a abandonar el casino. Numerosos turismos aparcados en la zona aparecieron despu¨¦s con las ruedas rajadas.Jacobo Cohen, director del casino, es categ¨®rico: "De mis clientes no voy a hablar. De las puertas para adelante son todos an¨®nimos". Niega que el local sirva para blanquear dinero y defiende la necesidad de un casino en esta ciudad de s¨®lo 70.000 habitantes, con la tasa de paro m¨¢s alta de Espa?a, sin industria ni turismo.

Estos j¨®venes traficantes -seg¨²n la polic¨ªa, sicarios de organizaciones marroqu¨ªes- han amasado grandes fortunas, tienen sus propiedades a nombre de testaferros, se protegen bajo el escudo de abogados sin escr¨²pulos y son ignorados por la prensa local.

Musa, otro cabecilla que aparece en el informe de Interior, ha creado una sociedad de alquiler de coches a nombre de su madre. Seg¨²n la Guardia Civil, los veh¨ªculos se usan para la organizaci¨®n. Mohamed Taieb Ahmed, El Nene, acaba de estrenar una tienda de tel¨¦fonos en la calle m¨¢s cara de la ciudad. "Ceuta est¨¢ atemorizada", se queja un ciudadano. "Mandan los traficantes", dice otro. "Aqu¨ª, lo que hay es much¨ªsima gente comprada", replica un alto mando policial.