Serrat, 34 a?os despu¨¦s

?Qui¨¦n iba a decirme a m¨ª la noche del 14 de mayo de 1965 que iba a asistir al debut p¨²blico de uno de los mejores cantautores que ha tenido nuestro pa¨ªs? Frente a la peque?a sala de actos de la Capilla Francesa de Barcelona, junto con mi buen amigo Toti Soler, por aquel entonces un perfecto desconocido pero que ya apuntaba grandes dotes como guitarrista, aguard¨¢bamos la llegada de quien iba a ser el triunfador de aquella noche, aun siendo un debutante. Porque aquella noche Joan Manuel Serrat se present¨® por primera vez en p¨²blico como miembro de Els Setze Jutges, junto con Miquel Porter, Maria del Carme Grau y Mart¨ª Llaurad¨®. Han pasado ya casi 34 a?os desde entonces, y cada vez est¨¢ m¨¢s claro que la obra de Serrat es un referente imprescindible sobre la m¨¢s reciente historia de nuestro pa¨ªs. Margarita Rivi¨¨re ha sabido demostrarlo en uno de sus libros de edici¨®n m¨¢s reciente -Serrat y su ¨¦poca. Biograf¨ªa de una generaci¨®n-, en el que "toma la m¨²sica y la palabra del cantante como testimonio de una ¨¦poca, la segunda mitad del siglo XX, y de una historia oculta, ¨ªntima y compartida, de nuestros sentimientos ante lo sucedido en estos a?os". Como muy pocos artistas m¨¢s, Joan Manuel Serrat se ha convertido en un cronista sensible y l¨²cido de nuestra historia. Casi 34 a?os despu¨¦s de su debut p¨²blico como miembro de Els Setze Jutges, Serrat es uno de los protagonistas de las primeras sesiones del Auditorio de Barcelona, con un recital que es como un anticipo de los que en el mismo local dar¨¢ dentro de algunos d¨ªas. Es una muy buena ocasi¨®n para comprobar c¨®mo el propio Joan Manuel Serrat, con sus centenares de canciones, se ha mantenido siempre fiel al objetivo que se marcaron los creadores del grupo pionero de lo que fue la nova can?¨®. Quer¨ªan, en efecto, escribir unas canciones que fueran "una cr¨®nica tierna e ir¨®nica de la realidad que vivimos". Y esto es la abundante obra de Serrat. A sus 55 a?os, con una producci¨®n que abarca dos centenares y medio de canciones escritas en catal¨¢n y en castellano, Serrat tiene una obra cualitativa y cuantitativamente impresionante. Una obra importante no s¨®lo desde un punto de vista musical y po¨¦tico, sino tambi¨¦n testimonial. Repasar la discograf¨ªa serratiana, desde aquella primera edici¨®n con canciones como Una guitarra, Ella em deixa, La mort de l"avi y El mocador hasta las recientes Sombras de la China, demuestra hasta qu¨¦ punto encontramos en el conjunto de esta producci¨®n buena parte de la banda sonora de nuestra m¨¢s reciente historia individual y colectiva. Ahora, en el reci¨¦n estrenado Auditorio de Barcelona, Serrat tomar¨¢ de nuevo contacto con el p¨²blico de su ciudad. Lo har¨¢ tres a?os despu¨¦s de la presentaci¨®n de su Banda sonora d"un temps i un pa¨ªs en el Palau Sant Jordi, en su emotivo homenaje a la gente de la nova can?¨®, y un par de a?os despu¨¦s de sus actuaciones en la Monumental junto con Ana Bel¨¦n, V¨ªctor Manuel y Miguel R¨ªos, con el espect¨¢culo El gusto es nuestro. Treinta y cuatro a?os despu¨¦s de su debut, "la cr¨®nica tierna e ir¨®nica de la realidad que vivimos" de la obra serratiana volver¨¢ a cautivarnos y seducirnos. Como lo hizo ya la noche del 14 de mayo de 1965.