"El silencio es la clave del baile flamenco"

Corren buenos tiempos para Blanca del Rey. Reconocida ya en buena parte del mundo como una de las grandes de la danza flamenca, la elegante bailaora cordobesa empieza a recibir tambi¨¦n aqu¨ª los honores que merecen su experiencia, su entrega y su sentimiento. La bailaora recibi¨® anoche en el teatro Alb¨¦niz de Madrid el prestigioso Premio Calle de Alcal¨¢, que concede desde 1993 el Festival Flamenco Caja Madrid, y est¨¢ a punto de viajar a Jap¨®n, donde protagonizar¨¢ un espect¨¢culo flamenco-taurino que parece hecho a medida para esta artista cl¨¢sica que reivindica un baile femenino hecho de sensualidad, introspecci¨®n, est¨¦tica y ternura: "El silencio y la quietud son lo m¨¢s importante. Hay que salir al escenario como sale el torero a esperar al toro que viene desbocado de los chiqueros. El baile es sentirse, convertir el dolor y la rabia en arte. El flamenco transforma lo humano en lo divino para hacerlo m¨¢s humano. Si no es as¨ª, te conviertes en un divo, en un ser insoportable".Buenos tiempos, o por lo menos mejores de lo que podr¨ªa parecer dado el enorme empuje y tir¨®n comercial de muchos bailaoras y bailarines j¨®venes. Pero Blanca del Rey no aspira a ser famosa, ni se identifica con una profesi¨®n que cada d¨ªa m¨¢s parece una competici¨®n de t¨¦cnica, zapateados vertiginosos, patadas al aire... "Es que nunca he buscado logros externos, aunque el reconocimiento siempre es bonito y agradezco mucho el premio... La fama se compra y el prestigio se alcanza con el tiempo. Pero yo no entiendo el flamenco como un espect¨¢culo, sino como una experiencia a compartir, como una liturgia que ense?a la verdad de uno mismo y su respeto al legado. Todos, de j¨®venes, hemos pasado por la fase de las patadas. Lo importante para m¨ª es realizarme bailando, y para eso es mejor no tener carencias expresivas. Cuanta m¨¢s t¨¦cnica tengas, mejor, pero una cosa es eso y otra es hacer aerobic. La gimnasia no es flamenco".

La claridad de ideas define a esta mujer que se puso su primera bata de cola a los 9 a?os, que a los 14 se vino desde C¨®rdoba a Madrid muerta de miedo ("todo el mundo nos dec¨ªa "Madrid es mucho Madrid"), y que dej¨® las tablas durante 10 a?os para criar a sus hijos, "lo m¨¢s importante de mi vida". Volvi¨® porque no hab¨ªa m¨¢s remedio: "El flamenco es tan grande que el mismo d¨ªa que te vas, oyes una siguiriya y vuelves".

Estudiante de Historia del Arte, lectora y gran aficionada al cante, su lema es "bailaora sin camino es aquella que no ve que el cante tiene su sitio y la guitarra tambi¨¦n". Y lo explica as¨ª: "Hay que vivir, no interpretar. Escuchar, pararse, mirarte dentro y buscar la inconsciencia para liberarte de ti misma y mostrar lo esencial. S¨®lo as¨ª llegan la belleza y la plenitud".