San Emigdio fall¨®
"En la Vega Baja o tiembla la madre tierra o el padre r¨ªo se sale de madre", reza un refr¨¢n de esta comarca castigada hist¨®ricamente por los movimientos tel¨²ricos y las crecidas del r¨ªo Segura. Los habitantes de Torrevieja y Guardamar del Segura recordaron la pasada madrugada esta m¨¢xima popular al sentir un terremoto de 2,1 de intensidad en la escala Richter, con epicentro en el mar, a unos 15 kil¨®metros de la costa torrevejense. El se¨ªsmo ha sacudido la comarca tres d¨ªas despu¨¦s de que varios municipios de la Vega Baja celebraran rogativas a San Emigdio, santo protector de los terremotos. El 21 de marzo es un d¨ªa fat¨ªdico para los habitantes de esta comarca, pues fue en esa fecha cuando hace 170 a?os un temblor asol¨® casi todos sus pueblos. El profesor de la Universidad de Alicante Gregorio Canales present¨® el pasado domingo, tras la rogativa a San Emigdio, el libro La cat¨¢strofe s¨ªsmica de 1829 y sus repercusiones, un trabajo que llama la atenci¨®n sobre la situaci¨®n geomorfol¨®gica de la Vega, "una llanura aluvial de conformaci¨®n de un antiguo golfo marino". En el terreno sobre el que se asientan los pueblos "hay una l¨ªnea de falla de fractura, que es la que motiva esos reajustes", dice el profesor. El arquitecto que Fernando VII envi¨® a la Vega Baja para reconstruir los pueblos tras el terremoto de 1829 "dise?¨® viviendas antis¨ªsmicas, con casas bajas y calles muy anchas", pero la presi¨®n urban¨ªstica actual y la escasa concienciaci¨®n de los responsables municipales a la hora de fijar las normas de edificaci¨®n, han hecho desaparecer los sistemas constructivos resistentes a los se¨ªsmos. ?Qu¨¦ medidas antis¨ªsmicas tienen los apartamentos que se venden por dos millones de pesetas en Torrevieja? La respuesta es obvia: ninguna. Gregorio Canales lamenta que la Vega Baja est¨¦ perdiendo la cultura antiterremotos, y sugiere la puesta en marcha de campa?as de concienciaci¨®n ciudadana sobre los riesgos de vivir en una zona de intensa actividad s¨ªsmica. A menudo se producen leves movimientos que pasan inadvertidos a los ciudadanos. Por eso, seg¨²n el profesor, hay que recoger toda la filosof¨ªa en cuanto a edificaci¨®n que gener¨® aquel gran terremoto, "y que en la actualidad est¨¢ olvidada".
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