"En Espa?a no hay mucha gente apta para dirigir mi teatro"
Andr¨¦s Ruiz (Sevilla, 1928) ha escrito 30 obras de teatro, ha recibido premios en Mosc¨² y en Ginebra, ha estrenado en el Teatro Nacional de La Habana; pero ninguna de sus piezas se ha montado en un teatro espa?ol. El dramaturgo, que vivi¨® exiliado durante 20 a?os en Suiza, regres¨® a Madrid en 1977 y, desde entonces, est¨¢ esperando que alg¨²n director se atreva con sus textos. Es, a su pesar, eso que llaman un autor maldito. El Ciclo de Lecturas Dramatizadas que organiza la Asociaci¨®n de Autores de Teatro en la sala La Herrer¨ªa de Sevilla ofreci¨® ayer Rosas iluminadas, de Andr¨¦s Ruiz y dirigida por Jos¨¦ Antonio Raynaud. Aunque no se trata de una representaci¨®n en toda regla, sino de una lectura, es la primera vez que sus palabras suenan en un teatro espa?ol. Pregunta. ?Por qu¨¦ no se representa su teatro en Espa?a? Respuesta. Hay muchas cositas bajo cuerda. La verdad es que no hay mucha gente apta para dirigir mi teatro. La mayor¨ªa de los directores trabajan de una forma demasiado dictatorial para enfrentarse a mis obras. De todas formas me gustar¨ªa que el Centro Andaluz de Teatro se atreviera con alguna de mis obras, especialmente con Oca?a, el fuego infinito (texto que recibi¨® el Premio Nacional Calder¨®n de la Barca en 1987). P. ?Qu¨¦ cuenta usted en la obra que se present¨® ayer en el Ciclo de Lecturas Dramatizadas? R. Rosas iluminadas es, y lo digo modestamente, la continuaci¨®n de Las criadas de Jean Genet. Yo he retomado la obra donde la dej¨® ¨¦l. Genet se qued¨® en el juego esc¨¦nico, en mi obra hay una lucha feroz entre los dos personajes. ?sta obra es la primera de una trilog¨ªa que escrib¨ª a principios de los ochenta. Le siguen, Los ¨¢rboles bajo la luna y Un ramo de sal y humo. P. ?C¨®mo le sienta ser un dramaturgo novel a los 71 a?os? R. Se lleva muy mal, porque te das cuenta que has perdido mucho tiempo. Lo que me ha ocurrido es injusto y tiene bastante relaci¨®n con el hecho de que he militado durante toda mi vida en el Partido Comunista, porque estoy seguro que mi teatro es muy interesante. P. Usted estuvo encarcelado por sus obras en 1963 y 1964, ?c¨®mo ocurri¨®? R. Entonces viv¨ªa en Suiza con mi novia y decidimos venir a Espa?a para casarnos. Cuando cruzamos la frontera yo llevaba en la maleta el manuscrito de La guerra sobre los hombros y lo quemaron los censores franquistas. Se pasaron 13 d¨ªas interrog¨¢ndome porque yo era responsable de cultura en el Partido Comunista de Ginebra. P. ?Le esper¨® su novia? R. Si, nos casamos y ahora tenemos nietos. Adem¨¢s, reescrib¨ª la obra con otro t¨ªtulo Memorias de aquella guerra, que recibi¨® el premio literario del Pa¨ªs Vasco en 1986.
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