Hecha la ley, hecha la trampa

Lord Bingham, presidentedel Alto Tribunal de Justicia, junto con otros dos jueces, concedi¨® a Pinochet la inmunidad total el 28 de octubre de 1998. No obstante, el fallo establec¨ªa que un delito de extradici¨®n, seg¨²n la ley brit¨¢nica, es aquella conducta que constituye un delito ahora en el Reino Unido.Lord Lloyd, uno de los dos jueces lores que votaron a favor de la inmunidad de Pinochet el 25 de noviembre de 1998, dijo: "Se ha arg¨¹ido que la tortura y toma de rehenes se han convertido en delitos de extradici¨®n despu¨¦s de 1988 y 1982 respectivamente, y que no pueden ser retroactivas. Pero yo estoy de acuerdo con el Alto Tribunal de Justicia en que este es un mal argumento. Supone un desconocimiento de la ley de Extradici¨®n, que se refiere a una conducta que constituir¨ªa un delito ahora. No se refiere a un conducta que hubiera sido delictiva entonces". Para ambos, Bingham y Lloyd, favorables a la inmunidad de Pinochet, el delito de tortura era un delito de extradici¨®n en el Reino Unido antes de 1988.

Esta peque?a historia permite comprender que los siete jueces lores que anunciaron su fallo el mi¨¦rcoles, necesitaron encontrar un truco para salir de una fea situaci¨®n como mejor pod¨ªan.

Los lores que acaban de fallar al estilo de Salom¨®n no se limitaron a resolver el tema que el Alto Tribunal de Justicia someti¨® a recurso de apelaci¨®n el 28 de octubre de 1998, con acuerdo de las dos partes litigantes. A saber: "La correcta interpretaci¨®n y la amplitud de la inmunidad de que goza un ex jefe de Estado respecto al arresto y el procedimiento de extradici¨®n en el Reino Unido".

Lord Slynn, otro de los jueces lores que apoy¨® el 25 de noviembre de 1998 la inmunidad de Pinochet, no pudo ser m¨¢s claro: "La ¨²nica cuesti¨®n que se les pregunta a sus Se?or¨ªas es si Pinochet tiene derecho a la inmunidad como ex jefe de Estado frente al arresto y el procedimiento de extradici¨®n en el Reino Unido por actos cometidos cuando era jefe de Estado".

El conejo de la doble criminalidad ha sido una argucia para limitar pol¨ªticamente -que no jur¨ªdicamente- el alcance del acto de despojar a Pinochet de su inmunidad.

El ex dictador clama victoria porque su caso ha quedado dr¨¢sticamente adelgazado; el juez Garz¨®n ha obtenido la jurisdicci¨®n universal que labr¨® a pulso, solo, hace tres a?os, hasta conseguir el apoyo de la sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, los pasados 4 y 5 de noviembre. El ¨²nico pagano ha sido el Gobierno de Chile. Porque lo que ped¨ªa, la inmunidad soberana o jurisdiccional, le ha sido denegada. La mayor¨ªa de seis lores estimaron que de prosperar la posici¨®n de Chile se conseguir¨ªa, nada menos, "abortar" la estructura de jurisdicci¨®n universal para el delito de tortura.