Fracasa la propuesta de Rusia en el Consejo de Seguridad

Estados Unidos y los otros dos pa¨ªses de la OTAN que son tambi¨¦n miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, Francia y Reino Unido, no tuvieron ayer necesidad alguna de utilizar su derecho de veto para impedir la aprobaci¨®n de una resoluci¨®n rusa que solicitaba el inmediato alto el fuego en Yugoslavia y la reanudaci¨®n de las conversaciones de paz. La propuesta de resoluci¨®n s¨®lo recibi¨® los votos de 3 de los 15 miembros del Consejo de Seguridad: Rusia, China y Namibia.Para que cualquiera de los cinco grandes se vea obligado a usar el derecho de veto frente a una resoluci¨®n se requiere que ¨¦sta haya sido aprobada, al menos, por 9 de los 15 miembros del Consejo. En la corta reuni¨®n celebrada ayer en la sede neoyorquina de la ONU, el texto presentado por Mosc¨² se qued¨® muy lejos de esa cifra. Washington no estaba demasiado preocupado por la maniobra diplom¨¢tica rusa, como no lo est¨¢, en general, por la oposici¨®n de Mosc¨² al ataque a Kosovo. Madeleine Albright, secretaria de Estado, y Sandy Berger, consejero nacional de Seguridad, volvieron a esgrimir ayer ante los rusos la zanahoria del viaje que este fin de semana efect¨²a a Mosc¨² Michel Camdessus, director del Fondo Monetario Internacional, para negociar la concesi¨®n de un pr¨¦stamo que cubra los 4.800 millones d¨®lares (unos 735.000 millones de pesetas) que Rusia debe a ese organismo financiero internacional.

En las v¨ªsperas del ataque, el vicepresidente Al Gore, que iba a ser el anfitri¨®n en Washington del primer ministro ruso Eugueny Primakov, se pronunci¨® a favor de apoyar la acci¨®n militar a¨²n a costa del enfado ruso. De la misma opini¨®n fueron los otros responsables de pol¨ªtica internacional de la Casa Blanca, que apostaron a favor de que la necesidad de dinero de Mosc¨² limitar¨ªa su protesta al terreno verbal y diplom¨¢tico. Al recibir de Gore la noticia de la inminencia del comienzo de la Operaci¨®n Fuerza Aliada, Primakov, que ya volaba hacia Washington, orden¨® a su avi¨®n regresar a la capital rusa.