Estupor
Ante la crisis institucional europea que la dimisi¨®n de la Comisi¨®n CE ha abierto, uno no sale de su estupor. La exageraci¨®n de los hechos y la falsa ingenuidad (sorpresa y esc¨¢ndalo) han orquestado la mayor parte de las declaraciones de dirigentes, funcionarios y acusadores para ganancia de pescadores, sean ¨¦stos pol¨ªticos o periodistas.?Estaremos ante una epidemia cr¨®nica de mitoman¨ªas europeas? Por ret¨®rica que sea la reflexi¨®n, se la hago a la prensa y al Parlamento Europeo, por ser ambos formadores de opini¨®n y responsables de la defensa de una "cierta moralidad p¨²blica".
Si yo fuera el se?or Gil-Robles, presidente del PE, no me alejar¨ªa mucho de una bacina donde remojarme las barbas. El PE est¨¢, desde antes que la Comisi¨®n CE, en la mira del tinglado medi¨¢tico y, pese a algunas iniciativas reglamentadoras -entre torpes, tard¨ªas y algo cosm¨¦ticas- para ordenar su propia casa (estatutos, normativas sobre movilidad funcionarial, c¨®digos de conductas, etc¨¦tera), es un bocado apetecido por la informaci¨®n, los euroesc¨¦pticos, los antieurope¨ªstas y los falsos europe¨ªstas.
?Hasta d¨®nde llega el privilegio y d¨®nde empieza la corrupci¨®n? ?Cu¨¢l es la l¨ªnea que separa la "confianza pol¨ªtica" de la libre designaci¨®n del nepotismo y del favoritismo? ?Es necesaria la inmunidad parlamentaria y cu¨¢les han de ser sus l¨ªmites? ?Es igual para todos o depende del lugar del espectro pol¨ªtico y del peso de la opci¨®n pol¨ªtica de quien la ostenta? ?Un sistema institucional como el comunitario necesitaba de un comit¨¦ de sabios para lavarse la cara, cuando cuenta con un Consejo Europeo, un Parlamento, un Defensor, un Tribunal de Cuentas y otro de Justicia, am¨¦n de diversos ¨®rganos y servicios internos de control? ?Son los elogios a la transparencia -b¨¢sicamente entonados por los pa¨ªses ricos del Norte- estrategias para conquistar espacio pol¨ªtico o para restar competencias al ¨¢mbito comunitario?
?ste minimiza, t¨² aumentas, a aqu¨¦l le viene bien la crisis... y, como es de buen tono clamar por una reforma, el que la pide "radical" gana votos y confianza pol¨ªtica. Y a fuerza de hacer de la pol¨ªtica el arte de lo posible, el surrealismo, como expresi¨®n y articulaci¨®n de mezquindades oportunistas, va destruyendo la confianza en la pol¨ªtica y dejando en el olvido los logros, y en la cuneta, a la gente proba que los ha conseguido. Entre otros, a la democracia como derecho individual y colectivo y a los dem¨®cratas que la defienden y gestionan para que todos podamos disfrutarla y renovarla en las elecciones.-
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.