IVAM, balance de un museo (1989-1999)
Hace ahora, apenas 10 a?os, se inauguraba, en pleno apogeo del gobierno socialista de la Comunidad Valenciana, el Instituto Valenciano de Arte Moderno. El proyecto original de este museo, fue posible gracias a la iniciativa pol¨ªtica de Cipri¨¤ Ciscar y la idea de Tom¨¢s Llorens. Tambi¨¦n estuvieron, a la sombra del mismo, destacados artistas del arte espa?ol que le dieron, desde sus inicios, todo su apoyo. La creaci¨®n del Instituto Valenciano de Arte Moderno se iniciar¨ªa en 1984 y tard¨® cinco a?os en tener una colecci¨®n base gestada por Tom¨¢s Llorens y un edificio ad hoc dise?ado por los arquitectos Emilio Jim¨¦nez, Carles Salvadores y otros. A¨²n est¨¢ en la memoria de muchos artistas, galeristas, cr¨ªticos de arte, etc¨¦tera aquella presentaci¨®n del proyecto, en el Museo Nacional de Cer¨¢mica y el asombro ante las perspectivas que se auguraban. Por entonces la Comunidad Valenciana, se adelantaba, gracias a la iniciativa socialista, al resto de nacionalidades hist¨®ricas, autonom¨ªas y regiones del Estado espa?ol, al patrocinar el primer museo de arte contempor¨¢neo de este pa¨ªs. La inauguraci¨®n del Instituto Valenciano de Arte Moderno, el 18 de febrero de 1989, se hizo con la presentaci¨®n de la colecci¨®n del escultor Julio Gonz¨¢lez; una muestra del Equipo Cr¨®nica y la exhibici¨®n del ciclo de fotomontajes The American Way of Life de Josep Renau. Diez a?os despu¨¦s de aquel festivo d¨ªa para la cultura de esta comunidad, pueden hacerse diversos balances de la trayectoria de este museo, que, hay que recordar, tuvo un padre espiritual del proyecto (Tom¨¢s Llorens) y tres directores-gerentes bien diversos (Carmen Alborch, J. F. Yvars y J. M. Bonet). Tom¨¢s Llorens sent¨® las bases de la colecci¨®n moderna del museo, proponiendo a la Generalitat Valenciana la adquisici¨®n de las esculturas y dibujos de Julio Gonz¨¢lez; las pinturas y esculturas del periodo informalista espa?ol (Chillida, Saura y Millares) y las obras claves de la figuraci¨®n cr¨ªtica espa?ola (Arroyo, Equipo Cr¨®nica, Genov¨¦s, etc¨¦tera) y de otros autores. Pero Tom¨¢s Llorens, anta?o te¨®rico radical de las vanguardias art¨ªsticas, apenas gestion¨® la programaci¨®n de ese museo porque pronto abandon¨® esta ciudad para recorrer otros caminos de la escena art¨ªstica espa?ola que le llevaron a la direcci¨®n del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sof¨ªa primero y del Museo Thyssen Bornemisza despu¨¦s, para finalizar, apenas hace unos meses, para sorpresa de algunos, legitimando en una rueda de prensa en Valencia la pintura de Sorolla. La labor de g¨¦nesis de una colecci¨®n de arte contempor¨¢neo, de una programaci¨®n actualizada con la creaci¨®n pl¨¢stica internacional y de un di¨¢logo con los mejores museos del mundo, la hizo sin lugar a dudas el t¨¢ndem Carmen Alborch-Vicente Todol¨ª. A J. F. Ivars, le corresponde la direcci¨®n de la revista Kal¨ªas y la programaci¨®n de unas conferencias de primer orden, editadas en colaboraci¨®n con una excelente imprenta valenciana. El retorno al orden, en t¨¦rminos pl¨¢sticos e ideol¨®gicos, la querencia por la gr¨¢fica, la m¨²sica, los libros y la fotograf¨ªa m¨¢s acad¨¦mica y conservadora, vino bajo la direcci¨®n de Juan Manuel Bonet, quien rescat¨® tanto la pintura espa?ola contempor¨¢nea de los ochenta, como los movimientos modernos del ultraismo, la abstracci¨®n y el surrealismo, propiciando la difusi¨®n de los g¨¦neros de la pintura que ya apuntara anteriormente el cr¨ªtico de arte franc¨¦s Jean Clair, en algunos de sus ensayos y en su proyecto para la Bienal de Venecia del centenario. La sensaci¨®n que tenemos muchos, con la llegada de Juan Manuel Bonet a la direcci¨®n del IVAM es que este museo se desmarc¨® de los discursos postmodernos y de las expresiones art¨ªsticas m¨¢s radicales que anta?o, gracias a Vicente Todol¨ª, descubr¨ªamos, temporada tras temporada, en el Centre del Carme del IVAM, sin viajar a la Bienal de Johanesburgo, al Soho de New York o la Dokumenta de Kassel. En t¨¦rminos valencianos nos preocupa que no se haya resuelto todav¨ªa el litigio del legado art¨ªstico de Josep Renau y que artistas de la importancia hist¨®rica de los a?os treinta, de Climent, Lahuerta y S¨¢nchez, no est¨¦n a¨²n representados en las colecciones de este museo. Pese a estas cuestiones puntuales y la escasa sensibilidad demostrada por el arte latinoamericano y del llamado tercer mundo y la obra realizada en soporte fotogr¨¢fico hecha en las Am¨¦ricas y las fugas de diversos curadores de exposiciones a museos de prestigio internacional (Amsterdam, Barcelona y Oporto), el Instituto Valenciano de Arte Moderno, que al parecer es intocable, como la Geperudeta, que dijo, un d¨ªa Andreu Alfaro, sigue siendo uno de los proyectos m¨¢s coherentes del arte contempor¨¢neo espa?ol. Y aunque ya no ejerce de buque insignia del poder, sigue siendo un museo serio cuando hace exposiciones hist¨®ricas y cuando t¨ªmidamente se aproxima a la contemporaneidad. Todo esto adem¨¢s es m¨¦rito de un equipo de profesionales como Manuel Granell (dise?o gr¨¢fico); Encarna Jim¨¦nez (Comunicaci¨®n); Julio Soriano (Montaje), Juan Garc¨ªa (Fotograf¨ªa), Victoria Goberna (Biblioteca), etc¨¦tera, sin cuyo concurso, desde la creaci¨®n del IVAM a nuestros d¨ªas, ese museo, no ser¨ªa lo que es, algo, que reconocen, todos los artistas y comisarios de exposiciones que han pasado a lo largo de 10 a?os por ese centro.
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