La letra con poes¨ªa entra

Reflexionar sobre la organizaci¨®n escolar y hacerlo en verso. Ese es el objetivo de Yo te educo, t¨² me educas, un libro que acaba de reeditar Miguel ?ngel Santos Guerra en la editorial Sarri¨¢, catedr¨¢tico y director del ¨¢rea de Did¨¢ctica y Organizaci¨®n Escolar de la Universidad de M¨¢laga, que recoge su experiencia como director del colegio Nuestra Se?ora de la Vega de Madrid a principio de los a?os ochenta. No es un libro habitual. No s¨®lo por la tem¨¢tica -"trata de cuestiones con las que se enfrenta siempre un director como son la convivencia y la comunicaci¨®n"- sino por su tratamiento: aborda las diferentes cuestiones "desde las tripas de la escuela". Santos parte de un hecho concreto (un padre que se le acerca "con malos modales", el llanto de un alumno de "tres a?os y cuatro palmos" por no encontrar papel higi¨¦nico o una comida fin de curso) para plantear un reflexi¨®n a la que da forma con el verso libre. "Sent¨ªa la necesidad de expresarme as¨ª. Fue un libro muy espont¨¢neo, que fue saliendo casi sin correcciones. Nunca lo he vuelto a hacer", comenta a modo de explicaci¨®n. El resultado: mucho signo de interrogaci¨®n con un sabor amargo. "Es b¨¢sicamente un libro de interrogantes con muy pocas respuestas". Entre otras: ?C¨®mo vive un director su tarea?, ?qu¨¦ le pasa en su relaci¨®n con los padres y los alumnos?. Los diferentes poemas est¨¢n agrupados, eso s¨ª, bajo ep¨ªgrafes tem¨¢ticos que abarcan desde el fen¨®meno de la evaluaci¨®n hasta las actividades complementarias. "Los libros de organizaci¨®n escolar suelen centrarse en la estructura de la escuela. Los sentimientos del director quedan escondidos detr¨¢s de sus funciones", comenta Santos. Su objetivo era justo el contrario. Y es algo que cree b¨¢sico dentro de la labor docente. "Es muy necesario escribir sobre aquello que se hace en los centros educativos". la raz¨®n: "Te ayuda a reflexionar sistem¨¢ticamente, compartes tus inquietudes y sensaciones y recibes la opini¨®n de los otros acerca de tu actividad". Santos, que ha estado a pie de ca?¨®n en los diferentes niveles educativos - "antes como v¨ªctima y ahora como verdugo"- opina que esta reflexi¨®n deber¨ªan de hacerla los propios docentes para que se conviertan en motores de cambio. "Hay excesivas prescripciones te¨®ricas, legales y t¨¦cnicas para los profesores. Este planteamiento considera al profesional incapaz de mejorar y trasformar la escuela y ha solido fracasar porque los profesores somos muy malos aplicando la teor¨ªa de los otros". P¨²blica, privada Su cargo como director pedag¨®gico a cargo del colegio en el barrio del Pilar dur¨® cuatro a?os, de 1980 a 1984, y acab¨® en despido por "discrepancias" con la direcci¨®n empresarial del centro. La experiencia educativa de la que se hizo cargo era pionera por aquel entonces. Lo hizo en un colegio privado a pesar de ser defensor ac¨¦rrimo de la ense?anza p¨²blica. "Pens¨¦ que era la forma de realizar un sue?o educativo. Lo que digo desde la universidad puede o no tener sus frutos. Lo que sembraba all¨ª crec¨ªa al minuto", asegura. Santos pens¨® que ser director pedag¨®gico le iba a permitir implantar el que cree es el modelo educativo correcto: "El que se asienta en valores democr¨¢ticos y ¨¦ticos de la sociedad y de la escuela, el que constituye un equipo que constantemente ponga en cuesti¨®n sus pr¨¢cticas reflexionando sobre ellas para comprenderlas y mejorarlas y en el que la dimensi¨®n organizativa favorezca el proyecto educativo". Son todos ellos principios que han inspirado la actual reforma educativa. "La Logse est¨¢ bien concebida y puede funcionar, pero debe hacerse viable por medio de los profesores y no como imposici¨®n. O la hacen ellos o no la hace nadie porque a lo mejor no quieren, o quieren pero no pueden. O podr¨ªan pero no saben c¨®mo". Y en el libro, desde luego queda patente, que la letra con sangre no entra. Ni a los alumnos, ni a los docentes, ni a nadie. Santos escapa en sus planteamiento po¨¦tico-te¨®ricos de la concepci¨®n educativa que, en su opini¨®n, prima hoy en d¨ªa: la del director de escuela como gerente cuya misi¨®n es hacer rentable un negocio. "Lo que est¨¢ hoy en boga es una visi¨®n gerencialista de la escuela, donde la figura del director se equipara a la de un gestor de una empresa. No estoy de acuerdo. El poder en una empresa tiene la responsabilidad de hacer que las personas sean rentables. El poder en la escuela tiene la responsabilidad de hacer que las personas crezcan ".