?Menuda tropa!
Un libro recoge los insultos, invectivas e improperios que, con m¨¢s sa?a que ingenio, se dedican los pol¨ªticos
Tampoco es que pueda decirse que la finura sea el fuerte de nuestros pol¨ªticos. M¨¢s bien, lo contrario. La diputada Cristina Almeida ten¨ªa raz¨®n ayer cuando, en la presentaci¨®n del libro ?Manda huevos!, del periodista Albert Om, afirm¨® que, "le¨ªdas una detr¨¢s de otra, las reflexiones de sus se?or¨ªas lo que dan es tristeza". Verdad. El m¨¦rito de Om es haber reunido las frases de los ilustres padres de la patria y demostrar que, a?adidas unas a otras, no siempre suman ingenio, sino que pueden multiplicar los disparates.Los hay de todo tipo. Y dicen muy poco del ingenio y el gusto de los pr¨®ceres. Incluso hay perlas que no estar¨ªa mal echar a los cerdos: "Me encantan los animales, y si son hembras y con dos patas, mejor". Este ejemplo de fineza lo dio el ex presidente c¨¢ntabro Juan Hormaechea.
Frases brillantes, brillantes, pocas. Es verdad que Alfonso Guerra podr¨ªa haber pedido derechos de autor. Es el pol¨ªtico m¨¢s citado y, como dec¨ªa Joaqu¨ªn Leguina, que con Pilar Rahola particip¨® en la presentaci¨®n, posiblemente el m¨¢s brillante. Su definici¨®n de Adolfo Su¨¢rez -"un tah¨²r del Misisip¨ª con chaleco floreado"- o de Leopoldo Calvo Sotelo -"marmolillo en una calle peatonal"- dan un tono de guasa a la antolog¨ªa del exabrupto. Y hasta de ingenio. Como sobre Margaret Thatcher: "Yo tengo un amigo que me dice que la Thatcher, en vez de desodorante, se echa Tres en Uno".
Las hemerotecas son armas que carga el diablo. Y este libro lo demuestra. En un pa¨ªs tan cat¨®lico no pod¨ªan faltar referencias a Dios. Desde Santiago Carrillo -"la pol¨ªtica de Anguita no la entiende ni Dios"- hasta Jos¨¦ Borrell -"los conocimientos de Loyola de Palacio sobre el agua se acaban en el agua bendita".
Pero la palabra de Dios es la de Blas Pi?ar. Sin duda. En 1979, habiendo sacado un ¨²nico esca?o, reflexionaba: "Cuando me sienta solo en el Parlamento, pensar¨¦ que Dios y yo somos mayor¨ªa absoluta". Dios, uno y plural. Lo dec¨ªa en serio y a?ad¨ªa: "La Providencia nos ha dado un esca?o y desde aqu¨ª vamos a mover el mundo". Otra cosa, no, pero sinceridad, absoluta la de Pi?ar: "Si ganamos, ilegalizaremos todos los partidos, incluido el nuestro". Ya te digo.
Manuel Fraga tambi¨¦n se ha acogido a la Iglesia. Al ser interrumpido en una rueda de prensa por una llamada telef¨®nica, espet¨®: "Que no me vuelvan a interrumpir, salvo que me llame el Sumo Pont¨ªfice". El Sumo Pont¨ªfice de qu¨¦ iba a llamar.
Los atributos masculinos son muchas veces la ¨²ltima y ¨²nica raz¨®n y los pol¨ªticos recurren mucho a ellos: "No hay m¨¢s cojones que estar en la OTAN". Razones de Jos¨¦ Rodr¨ªguez de la Borbolla. "Hago lo que me sale de los cojones". Jes¨²s Gil dixit.
Hablando de sexo, el mismo Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, que dijo aquello de que valoraba en "el hombre, que sea responsable, y en la mujer, que sea mujer", sufri¨® el desprecio de Sara Montiel y donde m¨¢s duele: "Ese se?or del bigote no tiene ni medio polvo".
Otras veces el ingenio ha estado en el equ¨ªvoco m¨¢s que en las neuronas. Como cuando Gregorio Peces Barba, entonces presidente del Congreso, avis¨® a Miguel Boyer. "Espere un momento, se?or ministro, que me parece que su aparato no funciona". Se refer¨ªa, claro, al micr¨®fono. Porque el sexo, seguro. De ah¨ª, la advertencia de Guerra ante una campa?a preventiva del PP: "No fiaros, que dan los preservativos con un alfiler y est¨¢n picaos". Pero tampoco era para que Armando Querol dijera: "A los socialistas les vamos a cortar las orejas y el rabo para que dejen de joder". Qu¨¦ man¨ªa.
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