Media hora de trabajo muy profesional
Espa?a, con tres goles en la primera parte, se clasifica para cuartos del Mundial sub 20
Espa?a dej¨® resuelto el asunto en media hora de trabajo, luego se tom¨® un respiro y m¨¢s tarde apur¨® alg¨²n detalle para evitar complicaciones. Fue lo que se dice muy profesional. Se ha clasificado para cuartos de final y debe jugar ante Ghana el domingo. Le queda el verdadero meollo: toda suerte de equipos africanos se agolpan en su lado del cuadro. Trabajo tiene, trabajo para especialistas. Porque esta selecci¨®n no viene precedida del ruido de otras. Son buenos chicos, pero no van de estrellas. Son serios y parecen competentes. Hacen su juego y procuran moverse con eficacia. Cometen pocos errores y mantienen un s¨®lido esp¨ªritu colectivo. Juegan mayoritariamente en Segunda Divisi¨®n (s¨®lo el barcelonista Xavi se ha probado en Primera) y algunos de ellos pueden hacerlo en varios sitios a la vez (caso de Gabri sin ir m¨¢s lejos, al que se le ha visto de lateral, de centrocampista, de media punta y ahora de delantero). Es una selecci¨®n que parece mayor de edad. Ayer tuvieron el sentido suficiente como para evitar que Estados Unidos se convirtiera en un problema mayor, a pesar de un resultado enga?oso.
ESPA?A: 3
ESTADOS UNIDOS: 2Espa?a: Aranzubia; Coira, Jusu¨¦, Marchena, Bermudo; Varela, Xavi, Orb¨¢iz, Barkero (Rub¨¦n, m.73); Gabri (Colsa, m.79) y Pablo (Aganzo, m.58). Estados Unidos: Howard; Dowing, Califf, Bocanegra, Garcia; Morrison, G¨®mez, Cherundolo, Thorrington; Albright y Twellman. Goles: 1-0. M.15. Pase largo que toma Varela y sortea al portero en su salida, pasa el centro donde Pablo remata con comodidad. 2-0. M.19. Xavi de libre directo. 3-0. M.48. Bal¨®n al ¨¢rea que remata de cabeza Twellman. 3-2. M.92. Bal¨®n al ¨¢rea, para que Twellman saque provecho de su salto y remate de cabeza. ?rbitro: Carlos Sim¨®n (Brasil). Estadio de Port Harcourt. Espa?a jugar¨¢ en cuartos de final nte Ghana, el 18 de abril a las 20.00 horas (La 2).
En media hora, a Espa?a le sonre¨ªa un 3-0. Se lo hab¨ªa tomado con calma, con tiempo para asentar sus posiciones, para darse cuenta de que Estados Unidos la ten¨ªa respeto y trataba de armarse atr¨¢s, para comprobar que el juego americano descansaba m¨¢s en lo f¨ªsico que en lo t¨¦cnico: balones largos, carreras impetuosas y muchas dudas con el bal¨®n en los pies. As¨ª que no hubo una embestida en toda regla, ni una actitud precipitada. Dirigidos por Xavi, los espa?oles prefirieron actuar con seguridad, estudiando por d¨®nde Pablo pod¨ªa encontrar el sitio, eligiendo balones en profundidad antes que incorporar efectivos al ataque. As¨ª lleg¨® el primer gol, que precedi¨® a un segundo tanto de Xavi en libre directo. Suficiente.
No cambi¨® su actitud Espa?a, ni busc¨® el lucimiento. No perdi¨® la compostura, ni el sentido colectivo, no se apreciaron individualismos con el viento a favor. Todos buscaban la referencia de Xavi, todos guardaban sus posiciones, Espa?a insisti¨® en su dominio t¨¢ctico del partido, esperando posiblemente que Estados Unidos comenzara a ofrecer mayores facilidades. As¨ª sucedi¨® a la media hora, cuando cay¨® el 3-0. De los americanos no se tuvieron grandes noticias salvo la hiperactividad de Thorrington en la banda derecha y el ¨ªmpetu del delantero Twellman.
Twellman terminar¨ªa demostrando alguna cosa m¨¢s, como su potencia para el remate de cabeza, que le permiti¨® conseguir dos goles de forma insultante en el ¨¢rea espa?ola. EE UU acort¨® distancias al comienzo de la reanudaci¨®n y se movi¨® con m¨¢s entusiasmo, pero sin que pueda hablarse de un cambio de tendencia. Su segundo gol llegar¨ªa en el descuento, cuando evidenciaba que su estado f¨ªsico no daba para m¨¢s carreras.
Pero antes de todo eso, el goleador Twellman tuvo su momento, tuvo una oportunidad de oro delante del guardameta espa?ol, por nombre Aranzub¨ªa, portero vasco para m¨¢s se?as, de buena estampa, que tuvo el detalle de adelantarse unos metros y esperarle. Aranzubia no busc¨® el suelo, ni cay¨® en la tentaci¨®n de acudir por la pelota: el remate le golpe¨® en la pierna porque Twellman se hab¨ªa quedado sin perspectiva. Sin hueco. Ya en la segunda parte se repetir¨ªa la acci¨®n con otro protagonista. A la cita acudi¨® Aranzub¨ªa con id¨¦ntica sobriedad: cuando el rival solt¨® la pelota, la agarr¨® en el suelo como un felino. Fueron dos detalles que miden su calidad.
Aranzubia es como Xavi, como Orbaiz, Barkero o Varela, como Marchena o Bermudo. Chicos que hacen su trabajo con oficio, cortan, pasan o corren sin afectaci¨®n, con una sobriedad impropia de su edad. Esta selecci¨®n no va m¨¢s all¨¢ de donde no puede ir; no intenta lo que no puede alcanzar. Puede que sea una precauci¨®n por el exceso de calor, pero...?qu¨¦ serios parecen estos chicos!
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