El grupo sueco The Cardigans presenta esta noche su pop angelical en la sala Zeleste de Barcelona

El pop sueco no s¨®lo tiene a Roxette como punta de lanza en el mercado europeo. Como prueba de esta habilidad de los n¨®rdicos para penetrar incluso en el herm¨¦tico mercado anglosaj¨®n -ya sabemos que los ingleses s¨®lo se quieren a s¨ª mismos-, esta temporada tenemos a The Cardigans como alternativa. Esta banda, original de un pueblecito (Jonk?ping), seg¨²n parece famoso por tener 52 iglesias, no se dedica al pop celestial, aunque para sus seguidores muchas de sus melod¨ªas lo son. Algo hay de cierto, ya que las tenues cancioncillas de The Cardigans bien podr¨ªan ser cantadas por esos angelitos regordetes que traen buenas noticias a la sufrida Tierra. La voz de Nina Persson es de una suavidad que no se sabe si enternece o atonta, y est¨¢ al servicio de unos temas de pop ligero que s¨®lo en su ¨²ltimo disco se han rodeado de cierta cacharrer¨ªa digital servida por bases de ritmo y arreglos electr¨®nicos. El disco que ha supuesto esta evoluci¨®n estil¨ªstica -Cardigans s¨®lo cre¨ªan antes en las guitarras- se llama Gran turismo, y est¨¢ suponiendo la confirmaci¨®n de Cardigans como una banda de enorme popularidad. Quiz¨¢ para romper su imagen de ni?os buenos con chica rubia que canta, uno de sus v¨ªdeos, censurado en Inglaterra, nos muestra a Nina atropellando peatones, conducta que, vi¨¦ndola sobre un escenario, se comprueba que no pega nada con una personalidad angelical a veces sin¨®nimo de soser¨ªa. Sea como fuere, este cuarto elep¨¦ ha comportado que su concierto haya sido trasladado de Bikini a Zeleste, donde el grupo tendr¨¢ esta noche (22.00) su primer gran ba?o de multitudes en Barcelona.