El Betis resucit¨® y arm¨® el taco

Alguna esencia se debi¨® escapar del capote de Curro Rome-ro cuando arm¨® el taco en la Maestranza el s¨¢bado. Gloria, arte, el redicho duende o lo que sea, pero resucit¨® a un muerto. O a varios. El Betis al completo y numerosos jugadores por su cuenta jugaron de perlas. Sin duda el mejor partido de todo el a?o, justo cuando Sevilla se vuelve m¨¢s hedonista, cuando m¨¢s se gusta. Los jugadores estaban en el campo situados en sus puestos naturales y haciendo lo que saben, con la excepci¨®n de Finidi que hac¨ªa trizas al Oviedo desde la media punta. El equipo asturiano lleg¨® muy mermado por las bajas y el sustituto que salt¨® al Villamar¨ªn no pas¨® en ning¨²n momento de caricatura. Interpret¨® el Oviedo un 4-4-2, cl¨¢sico, pero demasiado est¨¢tico y escler¨®tico. El armaz¨®n se lo rompieron Denilson y Finidi en el segundo minuto del partido.

El brasile?o (que ayer caracole¨® lo que quiso, pero por primera vez sin perder un bal¨®n) vio el hueco por el que llegaba galopando el nigeriano y le dej¨® solo para que marcara con la pierna izquierda.

Este gol inclemente le destroz¨® las neuronas a los oviedistas que se aferraron a las l¨ªneas de la pizarra como ¨²nica manera de reconocerse. Esto les convirti¨® en un esqueleto de equipo, sin ninguna flexibilidad y vulnerable a los balones interiores del Betis que ayer abundaron (estaba Alexis en el campo) y fueron buenos.

El Betis, sobra¨® como iba, presion¨® y bascul¨® de maravilla y ahog¨® las pocas ideas de sus ayer enemigos. Denilson comenz¨® su festival y se enamor¨® de la banda, desde donde desnud¨® las carencias y la candidez defensiva de Eskurza. Un galopada suya con cinco cad¨¢veres del Oviedo en el camino motiv¨® la primera ovaci¨®n. No meti¨® gol porque no es lo suyo y le amilana chutar, pero le repar¨® pronto tir¨¢ndose al piscina y provocando un penalti. Hasta eso le sal¨ªa. Sin embargo, Alexis fall¨®.

Al Oviedo le empez¨® la segunda parte igual que la primera; viendo como Finidi corr¨ªa con la pelota hasta dejarla en el fondo de la porter¨ªa con la pierna que no es la suya. Los asturianos trataron de aguantar el chaparr¨®n, pero s¨®lo Pompei parec¨ªa intentar algo. La ¨²nica oportunidad clara se la regal¨® Dubovsky al titular por primera vez en su campo Valerio.

Con el Betis trabajador y artista las ocasiones se suced¨ªan, con especial preponderancia de la banda izquierda de Denilson, que meti¨® un gol (con la derecha para no ser menos que Finidi) y dio un pase de los de metel¨¢ a Oli.

Como el tema estaba para disfrutar, Alfonso salt¨® al campo y la gente se hinch¨® a aplaudir y a cantar. No se olvidaron de Clemente, no. Al entrenador que dijo que sus jugadores (los de la afici¨®n) no sab¨ªan dar ni cuatro, le corearon a gritos hasta una veintena de pases ligados. Y hoy empieza la Feria. Uf.