La austeridad minimalista se muestra en un museo de Santiago

Las dos primeras obras de la exposici¨®n son un hueco abierto en la pared del vest¨ªbulo del museo que descubre una parte del esqueleto interno del edificio y un trozo del muro opuesto pulido hasta convertirlo en una superficie reflectora. Ambas, concebidas con una diferencia de treinta a?os, sirven perfectamente como met¨¢fora del minimalismo, ese movimiento nacido en Estados Unidos a mediados de los sesenta, en plena expansi¨®n de la cultura pop, con el prop¨®sito de despojar a la obra de arte de cualquier contenido y de cualquier sello personal. Minimal maximal, que seg¨²n sus organizadores es la primera gran exposici¨®n que se hace en Europa sobre el nacimiento y el desarrollo de ese fen¨®meno art¨ªstico, se presenta en el Centro Galego de Arte Contempor¨¢neo (CGAC), en Santiago de Compostela.

"?sta es una de esas exposiciones de tesis", dice Miguel Fern¨¢ndez-Cid, director del CGAC, que coproduce la muestra junto a dos instituciones alemanas, el Museo Weserburg, de Bremen, y la Kunsthalle, de Baden Baden. "Casi podemos decir que estamos ante un texto acompa?ado de im¨¢genes para establecer un di¨¢logo entre los minimalismos hist¨®ricos. De hecho, organizamos tambi¨¦n un ciclo de conferencias".

Reflexi¨®n

Para atestiguar que esa pretensi¨®n reflexiva va en serio basta echar un vistazo al grosor del cat¨¢logo, un mamotreto tama?o folio, de tapas amarillas con letras celestes y casi 400 p¨¢ginas -"una obra de arte en s¨ª mismo", seg¨²n el comisario Peter Friesse- , repleto de ensayos te¨®ricos para acompa?ar las ilustraciones. Tal vez no pod¨ªa ser de otro modo trat¨¢ndose de un movimiento que exacerba algunos postulados vanguardistas y eleva el arte conceptual a su m¨¢xima radicalidad. Un hueco como el descubierto en el vest¨ªbulo del museo gallego fue ideado hace 30 a?os por Lawrence Weiner, cuya firma tambi¨¦n figura junto a la recreaci¨®n de la obra.

El propio Carl Andre, uno de los padres fundadores, prefer¨ªa llamar a sus creaciones estructuras primarias en lugar de esculturas, mientras una representante de las ¨²ltimas generaciones, la japonesa Yuji Takeoka, eleva a la categor¨ªa de obra lo que a simple vista es el mero soporte para una escultura ausente.

La exposici¨®n arranca con algunos de los pioneros, como el citado Andre, Larry Bell, Sol LeWitt, Donald Judd o Robert Morris, que participaron en la hist¨®rica muestra de 1966 en el Museo Jud¨ªo de Nueva York, acta fundacional del minimalismo. "En su origen", dice el comisario Friesse, "¨¦ste fue el primer movimiento art¨ªstico de la modernidad espec¨ªficamente americano y que romp¨ªa con todos los conceptos anteriores del arte europeo". Pero entre los minimalistas de los ochenta y los noventa abundan ya los europeos, incluida la espa?ola Susana Solano.