Una comisi¨®n parlamentaria encuentra graves irregularidades en el Banco Central de Brasil
Venta de informaci¨®n confidencial, propinas a altos funcionarios, incompetencia en la administraci¨®n de recursos del Tesoro, funcionarios que acumulan intereses privados mientras ocupan puestos p¨²blicos: todo eso forma parte del esc¨¢ndalo que se abate sobre el Banco Central de Brasil. Una Comisi¨®n Parlamentaria de Investigaci¨®n (CPI) en el Senado, que investiga a su expresidente Francisco Lopes y ha llamado a declarar a su sucesor, Gustavo Franco, ha revelado que el esc¨¢ndalo podr¨ªa salpicar tambi¨¦n a algunos grupos de la banca internacional y a actuales ministros y ex ministros.
La instituci¨®n responsable de la defensa de la moneda y del control del sistema financiero de Brasil se enfrenta a la peor crisis de su historia, con fuertes indicios de que la cr¨®nica promiscuidad entre lo p¨²blico y lo privado lleg¨® en el pa¨ªs a niveles insospechados. Nueve bancos -entre ellos gigantes como Citibank, JP Morgan, Deutsche Bank, Cr¨¦dit Suisse, First Boston y Cr¨¦dit Commercial de France- pasaron, en v¨ªsperas de la devaluaci¨®n del real ocurrida en enero, de fuertes vendedores a compradores de moneda norteamericana. Esos bancos compraron por lo menos 1.400 millones de d¨®lares (215.000 millones de pesets) dos d¨ªas antes de la devaluaci¨®n, y ganaron de esa forma hasta un 45% en menos de un mes.
Otros dos bancos brasile?os que operaban en el mercado de inversiones, el Marka y el FonteCidam, fueron privilegiados por el Banco Central, logrando comprar d¨®lares a 1,27 reales cuando la moneda norteamericana ya superaba la marca de los 1,55 reales. La operaci¨®n signific¨® p¨¦rdidas de por lo menos 100 millones de d¨®lares (15.400 millones de pesetas) para el Gobierno.
El economista Francisco Lopes, entonces presidente del Banco Central, cargo en el que estuvo menos de tres semanas,asegur¨® que ese privilegio fue concedido para evitar que la quiebra de esos dos bancos afectara a todo el sistema financiero del pa¨ªs. Sin embargo, el due?o del Marka, Salvatore Cacciola, el mismo d¨ªa envi¨® 17 millones de d¨®lares a Estados Unidos, para "cubrir compromisos en la Bolsa de futuros de Chicago". Cacciola admiti¨®, en conversaciones privadas, que dispon¨ªa de "un informante calificado" dentro del Banco Central, que no le avis¨® a tiempo que la devaluaci¨®n "inicialmente prevista para fines de febrero" se dar¨ªa el d¨ªa 13 de enero.
Hay sospechas de que ese informante no estar¨ªa exactamente dentro del Banco Central, sino en la empresa de consultor¨ªa Macrom¨¦trica, fundada hace 14 a?os por Francisco Lopes. Al asumir en 1995 una direcci¨®n en el Banco Central, Lopes, uno de los m¨¢s prestigiados economistas brasile?os, se alej¨® de la empresa, pasando las participaciones a su mujer.
Informaci¨®n privilegiada
Ahora hay fuertes indicios de que ¨¦l sigui¨® orientando el trabajo de sus antiguos asociados, uno de los cuales prestaba informaciones privilegiadas a algunos banqueros. La semana pasada, la Polic¨ªa Federal registr¨® la casa de Francisco Lopes en R¨ªo de Janeiro y encontr¨®, entre otros papeles, una declaraci¨®n de su ex socio informando de que 1.675.000 d¨®lares depositados en el exterior pertenec¨ªan al ex presidente del Banco Central. Cuando los trabajos de la Comisi¨®n Parlamentaria de Investigaci¨®n empezaron, el actual presidente del Banco Central, Arminio Fraga, asegur¨® que era "imposible comprobar la no existencia de informaci¨®n privilegiada". Fraga admiti¨® que "al asumir compromisos por valores 20 veces superiores a su patrimonio, el Banco Marka abri¨® una brecha consistente para que se desconf¨ªe de la existencia de garant¨ªas adicionales". Por "garant¨ªas adicionales" los senadores entendieron que hay utilizaci¨®n de informaci¨®n privilegiada, y, a partir de ah¨ª, los trabajos de la CPI tomaron otro rumbo.
Lopes es un hombre de vida relativamente modesta, sin ninguna se?al exterior de riqueza s¨²bita, y tiene fama de hombre ¨ªntegro y honesto. El mismo presidente Fernando Henrique Cardoso, al estallar el esc¨¢ndalo, sali¨® en defensa de su ex colaborador. Nadie logr¨® explicar, sin embargo, las razones reales de que su permanencia al frente del Banco Central, en un momento de crisis aguda, haya sido tan fugaz (menos de 20 d¨ªas).
El ministro de Hacienda, Pedro Malan, afirm¨® hace dos semanas que s¨®lo revelar¨ªa las razones del cese fulminante de Lopes "diez a?os despu¨¦s de mi muerte". Los senadores no est¨¢n dispuestos a esperar tanto, y ahora el Gobierno de Cardoso est¨¢ empe?ado en impedir que su ministro sea convocado por la CPI.
Doble actividad
Mientras tanto, la CPI convoc¨® al antecesor del Lopes, Gustavo Franco, quien por tres a?os fue el zar todopoderoso del Banco Central. Adem¨¢s ha confirmado que Francisco Lopes prest¨® consultor¨ªa al Gobierno mientras estaba en la iniciativa privada, y a la iniciativa privada mientras estuvo en el Gobierno. No es un caso ¨²nico: a lo largo de los ¨²ltimos 14 a?os, hay un grupo de economistas -los mismos, siempre- que salieron de los medios acad¨¦micos, ejercieron puestos importantes en el Gobierno, pasaron a la banca privada, volvieron al Gobierno y siguieron el giro de la noria.
Al fin y al cabo, basta con recordar la trayectoria del actual presidente del Banco Central: de la universidad al BC, de ah¨ª a la Salomon Brothers, de ah¨ª a George Soros, y de un sueldo anual calculado en 700.000 d¨®lares (107 millones de pesetas) a otro, de 60.000 (9 millones de pesetas), como presidente del Banco Central. Semejante patriotismo sorprendi¨® a todos, menos al Gobierno.
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