Discriminaci¨®n
?Actuaba la Comisi¨®n dimisionaria al servicio de los enemigos de Europa? La amenaza de imponer a Francia una fuerte sanci¨®n en caso de no autorizar el trabajo nocturno de las mujeres en la industria, presenta una vez m¨¢s a Bruselas con el aspecto de una Europa antisocial, de una Europa que despoja a los Estados de su soberan¨ªa. (...) La responsabilidad no est¨¢ donde se cree. No est¨¢ en Bruselas, sino en Par¨ªs. (...) En 1976, preocupados por promover la igualdad entre mujeres y hombres en el trabajo, el Consejo aprob¨® una directiva solicitando a los pa¨ªses miembros la supresi¨®n (...) "de toda discriminaci¨®n basada en el sexo". Era un magn¨ªfico avance. Hoy, 20 a?os despu¨¦s, a pesar de haber participado activamente en la concepci¨®n de esta directiva, Francia no parece dispuesta a respetarla. (...) En el origen de este bloqueo se encuentra el rechazo de los sucesivos gobiernos franceses a extraer todas las consecuencias del principio de igualdad. Hay una evidente discriminaci¨®n. Para suprimirla existen dos v¨ªas. La primera es la prohibici¨®n absoluta tanto para hombres como para mujeres del trabajo nocturno, algo impracticable. (...) La segunda v¨ªa, m¨¢s sencilla, necesita de un cierto coraje: consiste en levantar la prohibici¨®n a las mujeres para trabajar durante la noche. (...) Una sola decisi¨®n no conduce a la regresi¨®n social si se acompa?a de (...) la introducci¨®n de compensaciones. (...) Francia, de nuevo, se ha retrasado. Para Martine Aubry es una excelente ocasi¨®n para demostrar que la igualdad entre sexos, el progreso social y Europa no son incompatibles. ?Al contrario! , 23 de abril
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.