Cuando a las feministas les llamaban locas
"Es necesario", dice Txaro Arteaga, "que dediquemos desde Emakunde una atenci¨®n especial a los m¨¢s j¨®venes, chicos y chicas, no s¨®lo porque son el futuro de nuestra sociedad, sino porque est¨¢n viviendo ahora el espejismo de la igualdad y son incapaces de percibir todav¨ªa la propia discriminaci¨®n, y no se ponen alerta hasta que no est¨¢n inmersos en el problema" Seg¨²n estudios realizados por Emakunde, todas las chicas j¨®venes se inclinan ya por un trabajo futuro que les d¨¦ autonom¨ªa econ¨®mica. "Pero lo que no vale es que las chicas comiencen a imitar el viejo modelo masculino de dedicarse a lo p¨²blico y olviden que tener ¨¦xito es tener un equilibrio entre la vida profesional y la vida de relaci¨®n y/o de familia, con afectos, mundo interior y todo eso", a?ade. Pensando en ese futuro, hay un asunto en el que Emakunde y las feministas se sienten orgullosas y siguen trabajando en ¨¦l. Se trata de que el Club de Roma y otras instituciones europeas o internacionales hablan ya de trabajo al referirse a la actividad, sea o no remunerada, y no solamente de empleo. "Se han percatado ahora de lo que las feministas llevamos hablando y defendiendo hace a?os, cuando nos dec¨ªan o llamaban locas", comenta Arteaga. "El objetivo, lo que nosotras consideramos la conciliaci¨®n, no es que uno trabaje quince horas al d¨ªa y su pareja mucho menos, sino que los hombres y las mujeres, teniendo las mismas oportunidades, nos repartamos el trabajo. Lo ideal es que los hombres trabajen cuatro horas en su empleo y las mujeres otras cuatro, y, con esas ocho horas y con esa remuneraci¨®n, que es la que hoy tiene uno s¨®lo, podamos vivir mucho m¨¢s tiempo para nosotros, para nuestros hijos e hijas, para nuestro mundo afectivo, para nuestro ocio, en suma, para ser mucho m¨¢s felices en una sociedad futura m¨¢s justa, equilibrada y l¨²dica". Txaro Arteaga est¨¢ analizando con su equipo de Emakunde, en el que hay hombres y mujeres, algunas sorpresas de cara al futuro, centradas fundamentalmente en sectores determinados, aquellos que m¨¢s influyen en la sociedad, y en los j¨®venes. Esto "no impedir¨¢ lo que hasta la fecha hemos realizado: tareas de an¨¢lisis, evaluaci¨®n, formaci¨®n, asesor¨ªa, difusi¨®n e incluso provocaci¨®n en la sociedad respecto a la mujer o, mejor, el g¨¦nero", apostilla.
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